Si todavía estás despistado y no te has enterado, deberías saber que a Windows XP le queda un suspiro de vida. Microsoft finalizará el soporte a Windows XP el próximo 8 de abril de 2014 y el 14 de junio de 2015 dejará de ofrecer parches de seguridad.
En Redmond están preocupados. Se trata de la versión de Winsows más longeva y a pesar de sus años todavía es muy popular. Ya han pasado años y versiones cómo Windows Vista, Seven o Windows Ocho que apenas le han quitado terreno. Si te fijas muchos cajeros usan todavía XP y es muy popular en la administración publica o pequeñas PYMES.
¿Cúal es el problema? ¿Tanto le cuesta a la gente actualizarse? Ese podría ser uno de los motivos. Con el tiempo han aparecido dos vectores importantes. Por un lado aquellos que se resisten a dar el salto a sistemas más modernos. Desde Fanboys de XP, que los hay, a usuarios que sencillamente no renuevan su equipo informático con la velocidad que le gustaría a la Microsoft u otros fabricantes.
Windows XP todavía mantiene una buena cuota de usuarios.
Han pasado 12 años desde su presentación oficial y muchos de los PCs vendidos por entonces todavía pueden cumplir los usos normales a los que fueron destinados. Si a eso le sumamos la robustez alcanzada en su momento con XP, ¿para qué cambiar?
Por otro lado, y por aquí comienza la autentica presión, tenemos a un grueso de usuarios que se iniciaron en la informática con Windows 98 y luego dieron el salto a XP justo cuando Internet comenzaba a ser muy popular en nuestro país. Al tiempo que comenzaron a aparecer distribuciones GNU/LINUX amigables para el usuario (Mandrake) y que podías descargar gratuitamente.
Es normal pensar que como yo, muchos entraron en ese periodo de prueba y error, transición para decidir si el pingüino cubría sus necesidades como usuarios.
Microsoft no se durmió con XP, pero cometió errores. Windows Vista era lento, un devorador de memoria insaciable y costó ponerlo en cintura. Tanto que Microsoft directamente trató de atajar la situación con Windows 7. Pero el daño ya estaba echo. Muchos usuarios descontentos ya estaban usando distribuciones como MINT, Fedora, Ubuntu, Debian, SUSE, Mandriva en sus equipos y el resto usaba la máxima de “¿Para que cambiar si ya me funciona bien?”. Un argumento indiscutible. ¿Qué ofrecía realmente nuevo Windows Vista? ¿Y siete? Muy poco.
Microsoft que es una empresa inteligente, ha visto el problema desde muchos años atrás y a intentado de todas formas incentivar el cambio de Windows Xp a su versión más actual. Incluso poniéndoselo muy fácil al usuario con un replanteamiento “revolucionario” de escritorio como representa Windows 8. Mal, muy mal. El no poder arrancar es escritorio clásico por defecto en ese sistema retrasó su implantación. Las empresas no querían un escritorio así y los usuarios simplemente estaban desconcertados.
Microsoft ha intentado justificarse hasta acabar por dar la razón a sus usuarios pero, ¿lo ha logrado? ¿ha logrado convencer?
La última medida, es añadir un mensaje a modo popup en el escritorio de Windows XP anunciando que dentro de muy poco no habrá soporte para su sistema. Animando al usuario a realizar el cambio.
A realizar el cambio… ¿a donde? Windows 8 precisa una CPU mínima de 2 GHz y 2 GB de RAM o más. Otra opción es Windows 7 que representa unos requisitos más modestos eso sí. Pero si partimos de la premisa de que el usuario medio no está por la labor de cambiar su equipo por uno nuevo, se hacen unos requisitos un poco elevados.
Si tu hardware puede con Windows 8, perfecto, puedes dar el paso con normalidad. Pero en este momento de dudas, con la presión de Microsoft de cambia, actualiza, etc, por qué no probar opciones contemporáneas como Ubuntu, Fedora o Linux Mint. Todos presentan escritorios revolucionarios, una buena base de programas disponibles y en muchos casos equivalentes a los usados en Windows. En el tema de juegos y aplicaciones WINE ha dado grandes pasos en la compatibilidad, Desura y Steam presentan un amplio catalogo de juegos compatibles. Pocas escusas podemos poner para no probar una distro Linux hoy por hoy.
Si tu máquina no es muy potente existen alternativas a Windows XP para PCs poco potentes. Linux Mint (MATE), Xubuntu o Lubuntu pueden darle una segunda vida a tu equipo. Y si no quieres cambiar, buscas compatibilidad con Windows XP, existe ReactOS, un sistema operativo libre que imita a Windows XP con fluidez. Desde luego por opciones que no sea.
Lubuntu, distribución basada en Ubuntu muy ligera y con un diseño similar a XP
Y justamente de opciones se trata. En los 90 el mundo era MAC o Windows (y quizá un poquito OS/2), pero los tiempos han cambiado hasta el punto de existir una sobreoferta de opciones, muy validas, que hacen que los muchos usuarios resistentes al cambio plantearse si de cambiar, por qué no hacerlo completamente de sistema. Con la polarización de Internet y el excelente momento que vive Linux, quizá el cambio que sugiere Microsoft no será como desea y tendrá que adaptarse a un nuevo modelo. ¿Debería dejar Microsoft de cobrar por sus licencias? Sin bola de cristal difícil saberlo. Pero por lo pronto parece que gran parte del peso de esa decisión corresponde a los usuarios, alternativas sobran, eso seguro.
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