Los trovadores cantaban al amor, al sueño de conseguir el amor, pero cuando el sueño se alcanzaba moría, por eso ese vagar continuo anhelando a la amada inalcanzable en sus canciones sin pretensiones de llegar a conseguirla nunca. El trovador vivía soñando en sus canciones y soñaba soñar. Le gustaba soñar viviendo. La fin amor o el amor cortés.
E. T. A. Hoffmann decía que la música tenía poder para evadirnos de las penas y de las miserias del mundo terrenal, que este arte se halla a mitad del camino entre el sueño y la realidad. La música se manifiesta como una voz consoladora que nos substrae de las bajezas humanas; que su reino es el de la fantasía y que el estado psíquico con el que debemos escucharla es el que se halla a mitad de camino entre el sueño y la vigilia.
Así pues, los hombres, desde hace muchos siglos, soñamos hasta despertar y despertamos soñando.
¡Vivo soñando!, como decía Tom Jobim en su canción.
Vivir, al fin y al cabo, vivir. Vivir soñando despierto, dormido, pero vivir y soñar. Soñar y vivir.
Todas las acciones emprendidas conllevan un sueño de felicidad.
Es verdad; pues reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos;
y si haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir solo es soñar;
y la experiencia me enseña
que el hombre que vive sueña
lo que es hasta despertar.
Sueña el rey que es rey, y vive
Con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte. ¡Desdicha fuerte
que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
de estas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida?, un frenesí;
¿qué es la vida?, una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
¡Sueñen y vivan! ¡Vivan y sueñen!