Imagen: ABC
Una investigación con ratones liderada por científicos del Instituto Scripps de Investigación (TSRI, por sus siglas en inglés), ‘International AIDS Vaccine Initiative’ (IAVI) y la Universidad Rockefeller, en Estados Unidos, muestra que una vacuna experimental puede estimular la actividad del sistema inmunológico, necesaria para detener la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Los resultados, publicados en Cell y Science (doi: 10.1126/science.348.6241.1297), podrían proporcionar información clave para el desarrollo de una vacuna eficaz contra el sida. “Los resultados son bastante espectaculares”, subraya Dennis Burton, presidente del Departamento de Inmunología y Ciencias Microbianas y director científico de dos centros del TSRI. El estudio de Sciencefue coliderado por Burton, profesor en TSRI, y el profesor del TSRI David Nemazee, y realizado por William Schief y Michel Nussenzweig, que es profesor de Zanvil A. Cohn y Ralph M. Steinman, de la Universidad Rockefeller y del Instituto Médico Howard Hughes (HHMI, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos.
El objetivo a largo plazo de los investigadores es diseñar una vacuna que induzca al cuerpo a producir anticuerpos que se unen al VIH y prevenga la infección. Mientras que se emplean muchas vacunas para otras enfermedades con una versión muerta o inactiva del propia microbio causante de la enfermedad para desencadenar la producción de anticuerpos, las vacunas con proteínas del VIH nativo son ineficaces a la hora de desencadenar una respuesta inmune efectiva, debido a la capacidad del VIH para evadir la detección del sistema inmunológico y mutar rápidamente en nuevas cepas.
Este desafío ha llevado a muchos investigadores a creer que una vacuna exitosa contra el sida habrá de consistir en una serie de proteínas relacionadas pero ligeramente diferentes (inmunógenos) con el fin de producir anticuerpos ampliamente neutralizantes contra el VIH.
Así, los científicos probaron una de estas proteínas potenciales, un inmunógeno llamado EOD-GT8 60mer, una nanopartícula de proteínas diseñada para unirse y activar las células B que se necesitan para luchar contra el VIH. A partir de una técnica llamada clasificación de células B, los investigadores demostraron que la inmunización con EOD-GT8 60mer produjo precursores de anticuerpos, con algunos de los rasgos necesarios para reconocer y bloquear la infección del VIH. Esto sugiere que EOD-GT8 60mer podría ser un buen candidato para servir como la primera de una serie de vacunas contra el VIH. “La vacuna parece funcionar bien en nuestro modelo de ratón para ‘enseñar’ la respuesta de anticuerpos”, agrega Nemazee.
En el artículo de Cell, los investigadores emplearon el mismo inmunógeno, pero utilizaron un modelo de ratón ligeramente diferente. “El inmunógeno de nuevo puso en marcha el sistema inmunológico en la dirección correcta”, subraya Schief.
En un estudio simultáneo, también publicado en Science, dirigido por el profesor John Moore, de ‘Weill Cornell Medical College’, y que incluye contribuciones de Schief, Burton y el profesor de TSRI Andrew Ward; Ian Wilson, que es profesor de Biología Estructural y presidente del Departamento de Biología Computacional e Integrativa Estructural en TSRI, y otros investigadores, mostraron inmunógenos diseñados que activan la respuesta inmune en modelos de conejo y modelos de primates no humanos.
Fuentes:
jano.es
Jon Cohen. Designer proteins produce potent HIV defense. Science 2015; 348 (6241):1297 doi: 10.1126/science.348.6241.1297