Según un informe de Médicos Sin Fronteras (MSF), vacunar en los países en vías de desarrollo cada vez es más caro, las vacunas en el año 2014 fueron 68 veces más caras que en el año 2001. En el caso de la vacuna antineumocócica, actualmente tiene un coste de 45’59 dólares por niño (algo más de 39 euros), en el año 2001 su coste era de 0’67 dólares (unos 0’57 euros). Por esta razón la organización MSF hace un llamamiento a las farmacéuticas para que reduzcan el precio y su coste no supere los 5 dólares (unos 4’30 euros).
Dados los actuales precios y el nivel de vida de los países desarrollados, es obvio que supone un serio problema, muchos países no pueden pagar el precio de una vacuna tan importante que hace frente a una enfermedad que llega a matar a un millón de niños cada año. Parece que las farmacéuticas no tienen suficiente con el dinero que ganan en los países desarrollados, evidentemente no son organizaciones de caridad y como cualquier empresa,lo único que interesa son los beneficios, pero en este caso se podría hablar de pura y dura especulación.
Si el precio de la vacuna se redujera, se podría llegar a muchos más países y salvar millones de vidas. En el informe elaborado por Médicos Sin Fronteras se analiza la situación de 16 tipos de vacuna que son clave en 13 países del mundo, en este informe (que podéis leer aquí) se denuncia la falta de transparencia e información sobre el precio de las vacunas y de los procesos de negociación para pactar los precios. El dinero que se recauda para poder comprar las vacunas y que buena parte procede de la solidaridad, se emplea para enriquecer aún más a las farmacéuticas a costa de los problemas de salud de los países en vías de desarrollo. MSF considera que ya es hora de que las farmacéuticas pongan de su parte y reduzcan el precio de las vacunas para que sean asequibles a largo plazo ya que los actuales descuentos que aplican son totalmente insuficientes.
Según leemos aquí, el precio de la vacuna neumocócica representa actualmente el 45% del gasto total para vacunar a un niño de los países en vías de desarrollo (un paquete completo para proteger de diversas enfermedades está formado por 12 vacunas). Compañías farmacéuticas como GSK y Pfizer dieron a conocer que entre ambas habían comercializado este tipo de vacuna a nivel mundial y desde su lanzamiento, generando un volumen de negocio de más de 19.000 millones de dólares. Es lamentable saber que se hace dinero a costa de quienes no pueden tener acceso a un recurso que les puede salvar la vida, no es de extrañar que Médicos Sin Fronteras reivindique un ajuste en el precio y que las tres dosis de esta vacuna se comercialicen por 5 dólares, precio algo más asequible que la vacuna que el fabricante indio Serum Institute ha anunciado lanzar por 6 dólares (dos dosis).
La industria de las vacunas no es nada transparente, se ocultan deliberadamente precios, hay poca competencia en el mercado y los precios varían de forma significativa dependiendo de la compañía que comercializa la vacuna, no existe una homologación, un precio base que debería ser prácticamente el mismo y además asequible, para aquellos países en vías de desarrollo sin apenas recursos. Pero lo más sorprendente de todo es que los países desarrollados pagan menos por estas vacunas que los países en vías de desarrollo, es una situación incoherente e irracional. Desde la ONU, la Unión Europea y otros organismos, se habla para ayudar a estos países más desfavorecidos en cuestiones médicas, quizá es el momento de introducir una legislación que acabe con esta situación, las vacunas deben ser totalmente accesibles para los niños de los países menos desarrollados.
Os recomendamos leer el informe antes mencionado, no tiene desperdicio, nos muestra una panorámica de una situación que muchas personas desconocen.
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Vacunar en los países en vías de desarrollo cada vez es más caro