Maddie de Garary, de 12 años de edad, participó como voluntaria en los ensayos clínicos de la vacuna Pfizer. Su padre es médico y su madre es ingeniera biomédica, ambos de definen como "pro vacunas" y "pro ciencia", por lo que les parecía bien que participara en ese ensayo.
Maddie recibió las dos dosis de la vacuna Pfizer en enero 2021. Ahora está en silla de ruedas, tiene parálisis estomacal y se tiene que alimentar por sonda. Síntomas adicionales que tiene y no desaparecen: disminución de visión, del control del habla, de la sensibilidad, mareos, pérdida de memoria y debilidad muscular.
Vean el siguiente vídeo donde la madre de Maddie alerta llorando sobre los efectos de las vacunas experimentales Covid-19.
Crédito: El Investigador
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