Hace dos semanas empecé con el proceso de vacunación. Todos aquellos que quieran visitar un país en el que puedan sospechar que necesiten vacuna, tienen que acudir a su centro internacional de salud más cercano (va por áreas, llamando a un número que te aparece fácilmente en google te dan día y hora en el que tienes asignado) para consultar si deberían o no vacunarse. Si tienen que meterte alguna aguja, allí mismo te vacunan al momento y ya estás listo para viajar (previo pago, se ve que hace unos años era gratis pero los recortes han llegado a todos los sectores e incluso te cobran la visita informativa)
Me presenté allí más feliz que una perdiz pq a mí las jeringuillas y esas cosas tan llamativas me gustan mucho. El sitio estaba lleno de extranjeros, ya que a parte de poner vacunas también tratan enfermedades que se cogen en otros países. Tras decirle a la chica que tenía hora, me dio un papel que rellenar (de cuánto era viaje, qué países iba, etc) y al entregársela flipó y me dio la enhorabuena. "Ya me gustaría perderme a mí durante dos años" me dijo. Seguidamente entré en la sesión informativa con el doctor que me tocaba. El tipo era bastante simpático y estaba un poco tocado de la cabeza pero, aún así, me informó muy bien de todo e incluso me dio consejos para el viaje.
Estuvo explicando que para ir a sudamérica se requieren dos vacunas, la de la meningitis, la cual se administra en una sola dosis y no suele dar problemas y otra, más fuerte, que esa la de la fiebre amarilla. Una enfermedad vírica que te la requieren para cruzar fronteras terrestres por allí y que es muy necesaria, pues esta enfermedad está muy extendida y me comentó que era bastante chunga.
A lo mejor hace falta alguna vacuna más, pero si es así ya la tenía puesta y no me informó. Tengo experiencia en esto de viajar y ya llevo unas cuantas vacunas de cuando me fui a la India, a lo mejor me las convalidaron como si de créditos universitarios se tratasen. En cualquier caso, solamente me dijo que necesitaba la de la meningitis y la de la fiebre amarilla.
Firmé un papel aceptando las condiciones de seguridad (que sirve para que se libren de la cadena perpetua si los efectos secundarios te matan o tienes alguna reacción alérgica) y el doctor, bastante entrañable repito, empezó con el proceso de vacunación. La verdad es que no noté nada en el momento, fueron dos vacunas: una en el brazo izquierdo y otra en el derecho, y no las sentí hasta que la aguja dejó de estar dentro de mi piel. Creo que es la vez que menos he sentido la penetración de la aguja, así que el doctor debía ser bueno en ello.
Tras volverme a poner la camiseta y la chaqueta, el hombre inició una conversación que sería lo que ellos llaman "visita de atención al viajero" donde me explicó que debo ponerme preservativo a la hora de mantener relaciones sexuales, utilizar mosquiteras y tonterías varías que ya sabía de mis anteriores visitas, aún así, le agradezco mucho la charla ya que me habló de la malaria y el denge, cómo prevenirlos y qué hacer en caso de sospecha (tomar 4 malarone al día y buscar un médico como si no hubiese mañana).
Para acabar, me dio una tarjeta de vacunación internacional que me dijo que la pedirían en cualquier frontera terrestre de sudamérica, en ella consta que tengo la vacuna de la fiebre amarilla, antes de esta sesión desconocía la enfermedad y se ve que por esos lares es súper famosa. También, para mayor comodidad, el hombre fue tan simpático que me grapó en la tarjeta una fotocopia con todo lo que debía de hacer en caso de sospecha. Se lo agradezco mucho, pq dentro de un año si estoy bajo no me acordaré de nada.
Además, después de haberme dado la charla cayó en la cuenta de que ya había estado por allí más de una vez vacunándome, así que decidió no cobrarme la primera visita (30 euros) y solamente me cobró los precios de las vacunas. Muy majo.
Pero toda historia tiene su parte mala. Los efectos secundarios de la vacuna de la fiebre amarilla son molestos, no es que sea muy dura pero ha estado una semana molestándome bastante. En primer lugar, el brazo donde me puso la vacuna me estuvo doliendo hasta 5 días después de la vacuna y no era un dolor pequeño, qué va, dolía bastante. Hubiese preferido que el momento de la aguja me hubiese hecho llorar que el haber estado 5 días con dolor de brazo, creédme, si dáis clase no os recomiendo poneros la vacuna en una brazo que utilicéis para escribir en la pizarra.
El otro efecto secundario que me dio fueron los típicos dolores de cabeza y malestar, pero aunque este tipo de cosas suelen pasar con cualquier vacuna el primer día, con la de la fiebre amarilla estuve casi 1 semana con estas dolencias. Aún así, recomiendo vacunarse siempre, estos efectos no son nada si lo comparamos con coger la meningitis o la fiebre amarilla, lo cual puede llegar a ser mortal. En fin, ya estoy listo para irme a la aventura.
Para terminar esta entrada, os dejo la foto de la tarjeta que te piden en las fronteras de sudamérica. ¿Mola, eh?.