El discurso político cambia de acuerdo con los tiempos y las circunstancias. En esto radica precisamente una de las habilidades más apreciadas del político profesional, o sea, su sensibilidad para abrir o cerrar la boca en el momento que conviene.
En el período electoral que se avecina, rumbo al 2015, saldrán muchos candidatos dispuestos a “sacrificarse por el pueblo”; unos dirán verdades que les redituarán buena cantidad de votos, pero otros, por lo contrario, se arrepentirán de haber abierto la boca.
El político que dice lo correcto en el momento oportuno es el que tiene una buena preparación; está atento a lo que ocurre en su entorno económico y social, pero además es sensible a cualquier reacción de su auditorio.
La competencia electoral, hoy más fuerte que nunca, así como el despertar de la sociedad, que también está más informada, son un verdadero reto para el político actual, que ya no puede darse el lujo de improvisar aspectos básicos de su discurso.
Hoy día no se puede “dorar la píldora” tan fácilmente, la gente detecta pronto la mentira, sobran medios para saber quién es quién en la vida pública. Por ejemplo, el candidato que promete honradez cuando su fama dice lo contrario, se expone a lo peor, lo mismo aquel que en nombre de su partido ofrece un programa que éste no ha sabido cumplir.
Sin embargo, algunos recursos oratorios pueden caer bien a la gente, aunque haya que decir ciertas verdades:
Se cuenta que un candidato a diputado por Coahuila, llamado Julio Santoscoy, quien gozaba justa fama de humorista y oportuno en sus discursos, fue recibido en campaña por una comunidad campesina en la que un líder insistió en la necesidad de “levantar” a las clases humildes hasta igualarlas con los ricos.
En su turno, Santoscoy respondió diciendo:
“Estoy de acuerdo con fulano de tal. Efectivamente, hay que levantar a los ejidatarios, a los proletarios de esta zona, ¡Pero hay que levantarlos a las seis de la mañana para que trabajen!, porque todos son una bola de flojos, por eso están como están…”
Artículo publicado por el diario La Crónica de Hoy Jalisco en su edición del viernes 5 de septiembre de 2014.