Revista Salud y Bienestar

Valdecilla otorga el 13º Premio Nacional de Investigación en Enfermería a un proyecto de predicción y evaluación de riesgo de violencia

Por Hilari
Valdecilla otorga el 13º Premio Nacional de Investigación en Enfermería a un proyecto de predicción y evaluación de riesgo de violenciaUno de los temas más hablados y escritos, si, la violencia, NO NOS CANSEMOS de hablar de ello, por que ya lo hacen otros, y de qué manera. 
Desgraciadamentee injustamente el binomio “Enfermedad Mental-Violencia” es el factor más determinantepara aumentar el Estigma de la Salud Mental, ocasionando graves dificultades enla Recuperación Bio-Psico-Social de la persona diagnosticada. Razón que memotiva a protestar, denunciar, investigar sobre el tema e intentar desde mihumilde trinchera, luchar contra dicha injusticia (Con amigos, familia, vecinos, compañeros de trabajo, pacientes, Blog,Radio y TV locales, Conferencias, Investigación y Docencia).
Algunos de vosotros, podéispensar que estudiar este tema es admitir, reafirmar, reforzar estaasociación. Para nada es mi intención, asumiendo el riesgo que conlleva,debemos investigar para prevenir cualquier episodio violento y susconsecuencias, por mínimo que sea, sólo para eliminar la criminalización y judicialización de la salud mental, para callar  y dejar de llenar los bolsillosa los medios de comunicación, por ejemplo "la telebasura, el telenoticias tele-muerto, la prensa de casos".   PREGUNTO: La violencia esun importante problema de salud pública? un problema clínico? Social? Legal oJudicial? en todo el mundo…para los individuos? las familias? las comunidades? lospaíses?.
MI REFLEXIÓN: La asociaciónviolencia y enfermedad mental es un tema complejo, histórico y estereotipado,con la FALSA Y CRUEL creencia que detrás de todo acto violento hay un enfermo mental, yque todo enfermo mental es una persona potencialmente peligrosa. Pero el mismoconcepto de violencia comporta múltiples problemas semánticos y se relacionacon abuso, agresión, peligrosidad, coacción, imposición, impulsividad...en este mundo caótico que vivimos, la violencia quién la ejerce?? quién es agresor y agredido??

INTENTO ACLARAR IDEAS,CONCEPTOS, según la OMS, la definiciónde violencia es: “Uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea engrado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo ocomunidad, que cause o tenga muchas posibilidades de causar lesiones, muerte,daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”. Parece que todos! podemos ejercer algún tipo de violencia, no?

Teniendo en cuenta estadefinición, la clasificación utilizada por la OMS divide la violencia en tresgrandes categorías según el autor del acto violento: violencia dirigida contra uno mismo (Autolesiones, suicidios), violencia interpersonal (Intrafamiliar,pareja, hacia otra persona) y violenciacolectiva o comunitaria (escuelas, lugar de trabajo, instituciones,prisiones, residencias, hospitales). IMPORTANTE: La violencia colectiva, la que más abunda, es eluso instrumental de la violencia por personas que se identifican a sí mismascomo miembros de un grupo frente a otro grupo o conjunto de individuos, conobjeto de lograr objetivos políticos, económicos o sociales (Guerras, Guerras religiosas, Mafias, Terrorismo, luchas tribales, lucha por la tierra...).
Entonces PREGUNTO: Existe violencia normalizada/permitida y no permitida/anormal? Con la violencia "se nace o se hace"? Hay violencia justa o injusta? La Violencia es Voluntaria o involuntaria?? Dóndeestá la asociación enfermedad mental-violencia???? Se puede normalizar este tipo de violencia??  Por qué se la da tanta magnitud y alarma social a según qué tipo de violencia??? 
Etiquetada: “Y luego,además, como a mayores, es posible que también esté loco, (cómo no, en el DSMcabemos todos), pero si seguimos considerando locos a los violentos sólo porqueno queremos aceptar la violencia como conducta fría y premeditada, comoconducta voluntariamente ejercida, entonces sería bueno sustituir las basesmilitares por consultas psiquiátricas, porque eso de manejar armas no parecemuy sano para la cabeza.”
Por ello, la evaluación delriesgo es una cuestión de suma importancia para la sociedad. Así lapreocupación por el riesgo de violencia se pone en evidencia en la comunidadcientífica, realizando aportaciones y autocríticas desde múltiples disciplinas,como sociología, criminología, derecho, biología, antropología, psicología ypsiquiatría. 
Si es un problema de saludpública, los agentes de salud se encuentran con frecuencia entre los primerosque ven a las víctimas de la violencia, tienen capacidad técnica y gozan de unaposición especial en la comunidad para ayudar a las personas expuestas a eseriesgo. Además, tienen la responsabilidad de desempeñar una función deliderazgo y orientación en el desarrollo de programas de salud públicaencaminados a prevenir la violencia ejercida contra uno mismo y contra losdemás. La enfermería de SaludMental tiene especialmente la habilidad de prevenir y controlar la conductaagresiva para determinar el riesgo de conductas violentas y poder intervenir deforma eficaz antes, durante y después de un episodio de agresividad (Gail WStuart 2006). 
Destacar que, si hablamosde violencia, la que se asocia más frecuentemente a personas diagnosticadas deTrastorno Mental Grave (TMG) tiene más que ver con violencia hacia objetos o recibida, tanto bajo la forma de autoagresión incluyendo suicidio como deasaltos de diversos tipos en la comunidad.  Reconocer que también hay violencia hacia otros, casila totalidad de estudios sobre el tema indican que las personas diagnosticadasde esquizofrenia, y por extensión a otros trastornos mentales graves, estánrelacionados con actos violentos como conducta habitual o probable, siendo unaconstante estigmatización cuando se analizan, tanto las actitudes discriminatoriasde distintas personas y sectores sociales, como los mensajes alarmantes de losmedios de comunicación (López M. 2006)
Las investigaciones han tratadode determinar qué pacientes tienen más probabilidades de comportarse de formaviolenta (Swanson JW. 2002).  Losestudios de investigación indican que existen dos poblaciones con un mayorriesgo de violencia: 1. las personas condiagnóstico de esquizofrenia y psicosis en general, con síntomas psicóticosactivos o si no toman el tratamiento adecuado o hay consumo de sustanciastóxicas. 2. Las personas que tienentrastorno por abuso de sustancias y trastorno de personalidad antisocial.
Elmayor factor predictivo aislado de violencia son los antecedentes de la misma(Gail W Stuart 2006).
Losfactores de riesgo para conducta violenta principales son ser joven, varón,estatus socioeconómico bajo, abuso de tóxicos (Norko 2005).
Estos datos pueden inducira error, porque teniendo en cuenta otros factores en distintos estudios (edad,género, nivel educacional, cultura, Entorno familiar, lugar geográfico, consumo de tóxicos,historia previa en la población general, etc.) pueden alcanzar valoresparecidos o incluso superiores en dichos indicadores que se asocian con laviolencia (Corrigan PW. 2005).
Las investigaciones tambiénindican que la enfermedad mental puede no ser un factor de riesgo absoluto yque la persona con una enfermedad mental que realiza actos violentos, lo hacepor las mismas razones que cualquier otra sin enfermedad mental (Stuar HL yArboleda-Florez 2001). De hecho, los rasgos de personalidad psicopático yantisocial están resultando mejores factores predictivos de conductas agresivasque la enfermedad mental (Nestor PG. 2002).
Los factores ambientales ypropios de la situación también pueden ser importantes para que elcomportamiento de un paciente pase de peligroso a violento. Varios estudios handemostrado que el número de incidentes violentos es mayor cuando los pacientesse reúnen o desplazan en grupo, están en lugares repletos de personas, carecende privacidad o están inactivos (Ng B. 2001).
Losclínicos también pueden precipitar de forma inadvertida o intencionada un brotede violencia ya que las actitudes y acciones del personal condicionan en granmedida el comportamiento del paciente (Fagan-Pryor EC 2003).
Laprevalencia de conducta violenta entre personas con enfermedad mental grave enla comunidad no difiere de la de la población general de similarescaracterísticas, en pacientes asintomáticos que no consumen drogas. (Steadman1998).
Porlo tanto, si contextualizamos el comportamiento violento, identificamosfactores de riesgo y utilizamos otras medidas epidemiológicas más adecuadas paravalorar la contribución causal del diagnóstico (Angermeyer MC. 2000), lacontribución a la violencia global de las personas con esquizofrenia es inferioral 3-4 % del total (Swanson JW.).
Unavez conocida la relevancia y trascendencia negativa de la violencia en elsector de la salud mental, se puede decir que la violencia en la enfermedadmental es de origen multifactorial y que su manifestación dependerá de lapresencia de diversos factores de riesgo (contexto, diagnóstico, datossociodemográficos, consumo de tóxicos, antecedentes de violencia...).
Lamejor manera de afrontar esta situación no pasa por establecer formatos deasistencia crecientemente coercitivos sino por trabajar para eliminar laestigmatización y la discriminación, desarrollar servicios asistenciales accesiblesy volcados en mantener el contacto con los pacientes así como de ofrecerintervenciones de calidad acordes con la evidencia científica (Crisp, 2000;Crisp, 2001; Byrne, 2001).
Esnecesaria una evaluación objetiva y sistemática de la violencia en laenfermedad mental y sentar las bases de investigación para la determinación delos factores de riesgo asociados a su manifestación. La monitorización osupervisión constante de estas situaciones es una cuestión clave paraidentificar los predictores y las causas y, de esta forma, prevenir la conductaviolenta.
La investigación dirigida ala evaluación de la violencia en la enfermedad mental se ha visto limitada porla carencia de instrumentos de medición adaptados a este tipo de poblaciónpsiquiátrica y no distinguen de forma objetiva los pacientes violentos de losno violentos.

Actualmente,no resulta posible predecir y evaluar el riesgo de violencia de forma precisade un paciente mental ni de nadie y, por ello, es importante seguir trabajando en la linea de crear evaluaciones que permitan desarrollar intervenciones, permaneciendoalerta ante los síntomas de agitación creciente y pródromos como indiciosverbales, agitación motora, cambios en el nivel de conciencia y evaluación delafecto asociado a la progresión de su comportamiento (Gail W. Stuart, 2006).

Portodo ello, desde 2006, he dedicado trabajo y esfuerzo en investigar “en el cómo evaluar y predecir el riesgo de la violencia relacionada con la salud mental”, y ahora comienza a tenersu fruto. Se lo dedico a Mi Madre, siempreme ha dado y me dará la fuerza para luchar por lo que creo.
13ª EDICIÓN PREMIONACIONAL DE INVESTIGACIÓN EN ENFERMERÍA
El pasado viernes 16 de Diciembre tuvo lugar la entregadel Premio Nacional de Investigación en Enfermería del HUMV en su 13ª edición,galardón que cuenta con el patrocinio de la Obra Social de Caja Cantabria. Esta edición ha contado con la participación de 32proyectos, la mayor cifra alcanzada desde el inicio del certamen, procedentesde Cataluña, Madrid, País Vasco, Castilla-La Mancha, Canarias y Cantabria. Proyecto premiado:El premio nacional, con una dotación de 4.500 euros,fue concedido al proyecto “VALIDACIÓN DE LA ESCALA DE PREDICCIÓN Y EVALUACIÓNDE RIESGO DE VIOLENCIA (EPERV)”, elaborado por un equipo de enfermerosespecialistas en Salud Mental del Parque Sanitario San Juan de Dios de Barcelona,y cuyo investigador principal es D. Hilari Andrés Mora.
El proyecto se enmarca en una línea de trabajo delcitado centro para la prevención de la violencia y la reducción del estigmaasociado en los pacientes con trastorno mental grave. Tiene como antecedentesla creación de una Comisión de Violencia de área de hospitalizaciónpsiquiátrica, de un Grupo de monitorización de Gestión del Riesgo, y finalmentela formación de un grupo de investigación que ha construido la escala depredicción y evaluación de riesgo de violencia (EPERV), que pretende validarsea través de este estudio. La EPERV pretende, ante la actual ausencia de escalasespecíficas para pacientes con trastorno mental grave, mejorar la valoración deestos pacientes, intentando detectar el riesgo de conducta violenta y poderactuar de manera adecuada. La escala está construida utilizando dos taxonomíasenfermeras, NANDA (clasificación internacional de diagnósticos de enfermería) yNOC (clasificación de resultados de enfermería). Recoge elementos de tresdiagnósticos de enfermería (Riesgo de violencia dirigida a otros, Riesgo deviolencia autodirigida, y Riesgo de suicidio), y 55 indicadores pertenecientesa 13 resultados NOC, que describen el estado o conducta del paciente a travésde una escala likert. Por medio de un estudio descriptivo longitudinal, conuna muestra de 220 pacientes evaluados a los 15 días de su ingreso, se pretendecompletar la validación del instrumento, analizando tanto su validez predictivacomo su consistencia interna, fiabilidad interevaluadores, estabilidad temporaly validez convergente con respecto a la escala de Plutchick. Tiene una duraciónprevista de 12 meses y se desarrollará en el Servicio Especializado deRehabilitación Psiquiátrica Intensiva y el Servicio de Subagudos del ParqueSanitario San Juan de Dios.
FUENTES: AgenciaEFE, Europa press, HUMV

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