La exposición “Monstruo”, presentada el pasado 21 de junio por la Fundación Chirivella Soriano es un notable ejemplo del poder comunicativo de la retórica y su predisposición para el diálogo artístico, ya sea individual o un ejercicio colectivo como el evento que nos ocupa.
Para empezar, el subtitulado “Historias, promesas y derivas” nos garantiza que la muestra saldrá de cualquier derrotero manido al que nos arrastre nuestra imaginación, analizando con profundidad los vínculos del monstruo con el arte y su papel a distintos niveles, desde el meramente plástico al metafórico, representado por los muchos monstruos que pueblan nuestra sociedad y la forma que interactuamos con ellos.
Un viaje en el que cada obra es una estación donde reside un monstruo distinto, desde el que actúa políticamente hasta que el ejerce de fuerza motriz en la rebelión o el estancamiento. En la muestra también hay espacio para los monstruos internos, los que, por perpetuar el tópico, llevamos en el interior y condicionan nuestra interacción con la realidad.
La exposición permanecerá en el Palau Joan de Valeriola hasta el 8 de septiembre, exhibiendo 49 piezas de una treintena de artistas con distintas inquietudes plásticas y una sana predilección por el monstruo, uno de los artificios culturales más longevos de nuestro folklore, con tantas caras como las metáforas divinas a las que se opone.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure