El “parany” consiste en poner ramas artificiales impregnadas de pegamento en árboles diseñados para engañar a los pájaros. Los animales quedan pegados y el sufrimiento de sus esfuerzos por despegarse es inenarrable. O bien mueren deshidratados o de hambre, o por sus intentos de escapar del pegamento. Si quedan vivos, cuando llega el cazador, les asfixia con sus propias manos.
Esta práctica se produce durante los meses de octubre y noviembre, coincidiendo con el paso migratorio de las aves que vienen de Europa. Para atraer a las aves utilizan sonidos grabados de pájaros y jaulas en las que introducen aves vivas para que sirvan de señuelo.
Este método de caza, además de cruel e inhumano, no es selectivo, ya que en la trampa caen todo tipo de aves. Según distintas fuentes se calcula que en los últimos años este tipo de caza ha asesinado a más de 12 millones de aves, y eso que existen 3 sentencias judiciales en contra del “parany” y de que las leyes europeas lo prohíben.
El ministerio de Medio Ambiente, que dirige Arias Cañete, se ha comprometido a "valorar la propuesta" de la Generalitat y a dar una respuesta "lo más pronto posible".
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1253126
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