Calles enroscadas
Es una ciudad con una zona portuaria llena de rincones y fachadas coloridas. Se puede pasear varios días en un ambiente bohemio, lleno de historia dejándose sorprender por lo visual. Un lugar encantador.Colores y más colores
Tiene muchas casas pintadas en llamativos colores y las paredes están recubiertas con chapas de zinc, pues sirven como protección de la corrosión. Es como Caminito, en el barrio de la Boca en Buenos Aires, pero en escala mucho mayor.Las calles ofrecen distintas tonalidades según las horas del día. Al caer la tarde es lo mejor con el puerto al fondo.Como la costa está rodeada de cerros, el acceso hacia las partes habitadas es muy empinado, existen unos tranvías o ascensores para acceder y subir. Son muy llamativos.
Rumbo al puerto
Para almorzar. La mayoría de los restaurantes están instalados en piezas de casas antiguas, lo que le da un toque diferente.El casco antiguo, con sus calles adoquinadas en piedra y casas antiguas encimadas como en racimo, fue declarada por la UNESCO, en el año 2003, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Zona céntrica
Visita imperdible. Pero si a uno le gusta el orden, la limpieza, lo hiper moderno… vaya a otro tour.