La cisterna se compone de dos mecanismos que hace que su funcionamiento sea el correcto: la válvula de llenado y la de descarga, pero es la válvula de llenado la que más contradictorios síntomas de avería puede presentar.
Antes de nada, las válvulas de llenado podemos encontrar de dos tipos, pero la función a desempeñar es exactamente la misma, variará en el caso de regular la cantidad de agua que queramos o necesitemos en el depósito.
Una dispone de una boya o flotador en el extremo de una barra metálica, que al subir a cierta altura, cierra el flujo de agua por medio del mecanismo de palanca, para regular más o menos cantidad de agua en el depósito, de la manera más tradicional, se suele doblar levemente la barra.
Otras, como la de las imágenes, constan de un cilindro que se llena y a la vez se levanta una cámara de aire a modo de flotador que acciona o cierra el mecanismo de llenado. En este caso,tienen un tornillo en la parte superior para regular la cantidad de agua en el depósito.
Desmontarla:
Lo primero que debemos saber es desmontarla, bien sea para sustituirla o si es posible, dar una solución.
Para ello vamos a desenroscar el pulsador, con ello podremos quitar la tapa del depósito de la cisterna.
Ahora vamos a quitar el latiguillo, ayudados por una llave inglesa o fija del tamaño adecuado.
Después del latiguillo, vamos a encontrar una "tuerca" que hace de embellecedor y a la vez soporte y sujeción de la válvula al depósito.
Atascos:
Por causa de la cal y los restos sólidos que pueden ser arrastrados por el agua, la válvula puede atascarse y dejar de circular el agua con la normalidad que debiera.
Para asegurarnos que el atasco está localizado en el mecanismo, probaremos que del latiguillo sale agua con un flujo normal. Con esto descartaremos que el atasco esté producido en otro lugar (latiguillo, llave de corte o red).
Una vez tenemos claro de donde procede, podemos limpiar la boca de entrada de agua. Para ello podemos poner en un recipiente vinagre e introducirlo para que se ablande los restos, después podemos dar unos golpecitos y colocar debajo de un grifo para limpiar con agua.
Si el daño es considerable, tendremos que considerar sustituir.
Pérdida de agua:
Si el mecanismo deja de cerrar como debiera el flujo de agua, esta seguirá entrando en el depósito. Este problema también suele ser causado por los mismos motivos: cal, restos sólidos y materia orgánica que crece en el agua estancada del depósito que hace que el cilindro no se mueva como debiera o por desgaste de la válvula. En estos casos, el agua pasará directamente al WC por el rebosadero que la válvula de descarga tiene en su parte superior, impidiendo que el depósito se desborde.
Si es suciedad en el cilindro, podemos intentar limpiarlo y probar, si no es así o no se soluciona, solo nos quedará sustituir el mecanismopor uno nuevo.
Antes de adquirir ningún mecanismo o válvula de llenado, tenemos que saber por dónde tiene la toma de llenado el depósito, que puede ser lateral o inferior, para comprarlo acorde.