El verano ya esta aquí, de hecho esta noche se celebra en mi tierra la
noche más corta, como fiesta banal sería el solsticio de verano, religiosamente
la víspera de San Juan. Han llegado los días más calurosos del año y
necesitamos actividades que nos refresquen. La más extendida es pasar el día en
la playa. El cine hace eco de esta afición nuestra por nadar en el gran azul y
en muchas ocasiones nos consigue quitar las ganas. Estos son los filmes de
terror que han cogido la temática marina para agobiar a sus espectadores.
Tiburón
La primera en la lista. Cuando nadamos en aguas algo profundas no
podemos evitar mirar hacia abajo e intentar distinguir la arena del fondo. Si
no lo conseguimos, una especie de escalofrío nos recorre la médula alertándonos
que en caso de peligro, en el agua, somos vulnerables, pero ¿qué nos puede
pasar en la playa? Nos sentimos a salvo porque hay mucha gente, además de estar
cerca de la orilla. Mal de muchos consuelo de tontos.
La película de Steven Spielberg nos habla de un escualo que acecha la costa de un pueblo americano, el destino
predilecto para veranear. La temporada veraniega del sector turístico, se ve
truncada por la aparición de este enorme, enorme, tiburón que se cobra algunas
víctimas distraídas mientras nadan.
Gracias a 'Tiburón' nos pensamos dos veces el adentrarnos mucho en el
agua. Si algún graciosillo grita: ¡Cuidado un tiburón! nos da igual la dignidad
y corremos hacia la orilla como si no hubiera mañana. Posiblemente esta sea una
de las películas que haya causado más traumas de la historia. Su música, sus
planos que empequeñecen al humano y nos expresan su vulnerabilidad, consiguen
que el mar y los tiburones nos llegan a aterrar.
Deep Blue Sea
Otra de tiburones. Esta vez se trata de una científica que utiliza a
los escualos para conseguir encontrar la cura del Alzheimer ¿? pues eso.
Predeciblemente, es experimento se sale de madre y los tiburones acaban dando
caza a los pobres científicos, que las pasarán canutas para huir de un destino
fatal.
Si le cogisteis miedo a los tiburones en 'Tiburón' con este filme no
les cogeréis más cariño.
Marea letal
La más actual de todas, 2012, con Halle Berry como protagonista en bikini.
Una historia con los tiburones otra vez como elementos de tensión. Kate (Berry)
se dedica a realizar estudios sobre tiburones. En una de sus inmersiones un
amigo suyo es atacado y muere. Este suceso traumatiza a Kate, quien deja el
trabajo y se monta un negocio como guía turística. Tiempo después le proponen
otro negocio que no podrá rechazar, pero para ello deberá enfrentarse a su
mayor miedo. La premisa es simple y conocida. Aun así, efectiva. Dejando al
margen las críticas de la película, se deja ver pero no esperéis nada como
'Tiburón'.
Open water
Esta película de 2003 nos habla de una pareja de buceadores que son
abandonados por error en alta mar. La lancha que les llevaba a hacer submarinismo
se marcha sin ellos a bordo. Es un filme de terror en su amplio significado, a
pesar de todas las pegas que podamos ponerle respecto al guión o la interpretación,
te las hace pasar canutas. El miedo al aislamiento y el instinto de
supervivencia extrema son buenos elementos para causar una inmensa tensión en el
espectador. Si no te afecta este tipo de temática quizás sea mejor mencionar
que está basada en hechos reales. Otra razón más para andarse con ojito cuando
estamos de vacaciones y el mar es el destino elegido.
A la deriva
Que placentera es esa sensación de nadar en alta mar. Ir en un barco,
adentrarse hasta perder de vista el horizonte y una vez allí, lejos de todo,
tirarse al mar y relajarse. Es genial hasta que ves esta película.
Este filme de 2006, nos habla de un grupo de amigos que se van en un
barquito a celebrar el cumpleaños de uno de ellos. En un momento dado todos
saltan al agua pero nadie ha recordado colocar la escalerilla para poder subir
de nuevo a bordo. Qué tontería ¿verdad? Pues este es el inicio de una agobiante
película que nos habla de la supervivencia humana. Agorafóbica hasta la
saciedad, la inmensa masa azul de agua que se extiende a su alrededor, sin nada
más que ellos y el inútil barco, es claustrofóbica a rabiar, valga la paradoja.
Un acierto para su realizador, un mal trago para el espectador inocente, que se
lo pensará dos veces antes de tirarse de su barquito mientras está de
vacaciones sin asegurar varias veces que la maldita escalerilla está puesta. Si
no tienes barco también lo podemos aplicar al patinete alquilado.
Calma total
Estar perdidos en el agua en alta mar es terrorífico. Sin embargo,
estar a bordo de un yate puede ser peor. Nicole Kidman junto a Billy Zane y Sam
Neill, es la protagonista de este Thriller. En él ella y su marido viajan en un
yate para alejarse del mundo al igual que de la pena que sienten por la pérdida
de su hijo, el cual murió en un accidente de tráfico. Una vez en alta mar, un
náufrago en un bote se acerca a su yate asegurando que se trata del único
superviviente de un hundimiento. Cuando van al supuesto lugar del naufragio el
desconocido se lleva el yate, con Kidman a bordo. Una historia de suspense y
tensión a partes iguales enmarcada en la soledad del océano.