Revista Cultura y Ocio

Vamos al cine: Amazing Spiderman 2

Publicado el 13 mayo 2014 por Javier De Lara @FValentis
Vamos al cine: Amazing Spiderman 2El domingo Alonso y yo quedamos para ir al cine a ver The Amazing Spiderman 2. El Poder de Electro. Por un motivo u otro habíamos retrasado esta escapada unas cuantas semanas, pero por fin se dieron las condiciones este último fin de semana para poder ir a verla. 
-Oye, no me habrás hecho la de Lorena y la habrás visto ya y no te atreves a decírmelo ¿no? -le dije yo, por teléfono el mismo domingo, mientras quedábamos.-Que no, que no -me aseguró, con voz indignada- que con el lío con esta chica no he tenido tiempo de nada. Lo único que me preocupa es que la gente piense que somos pareja si ve que vamos juntos al cine. -Hombre, cuando vean que vamos a ver Spiderman se darán cuenta que somos dos frikis pajilleros, lamentablemente mayores.-Sí, tienes razón. Mucho mejor.
Cuando llegamos a Kinepolis descubrimos que sólo había una sesión en 3D y una sala, de las pequeñas, para poder ver la película. Sorprendente, teniendo en cuenta el éxito que tienen últimamente las historias de superhéroes y que Spiderman lleva relativamente poco tiempo en cartelera. Después, comprobamos que el resto de las 25 salas se estaban utilizando para ver Ocho apellidos vascos de todas las formas posibles, incluyendo el montaje del director, versión original española subtitulada al bable e, incluso, la posibilidad de asistir a tesis doctorales durante la película sobre la pesca de la merluza con caña en la provincia de Guipúzcoa. 
Vamos al cine: Amazing Spiderman 2Pero el aparente poco éxito de la película no nos iba a desanimar. Al fin y al cabo, se trataba de nuestro amistoso vecino Spiderman. Accedimos a la sala, medio vacía, armados con nuestra Coca Cola gigante y caramelos varios dispuestos a disfrutar de lo lindo. Al menos yo, vamos, porque Alonso desde que tiene una novia casi adolescente y fogosa está intentando conservar la línea y que no le dé un infarto de miocardio. Nos sentamos en nuestras butacas, con tiempo suficiente para ver todos los trailers friki (ojo a la próxima película de la Patrulla X, que tiene muy buena pinta) cuando en la sala hizo entrada una aparición sorprendente: ¡una mujer! ¡Y estaba sola! ¡Y estaba bastante buena!
¿Qué hacía ella allí? ¿Se habría equivocado? ¿Estábamos en una cámara oculta? Lo cierto es que miró a un lado y a otro, dubitativa. Cuando parecía que se iba a marchar, seguramente inquieta por la presión de que absolutamente todos los ojos de la sala estuvieran pendientes de ella, se decidió a subir por las escaleras, dando la casualidad de que fue a sentarse junto a Alonso, cuyos ojos parecían las telarañas de Spiderman, porque no se despegaban de ella ni un sólo segundo.
-Perdón -dijo con voz algo grave al pasar frente a nosotros, lo cual nos dio una perspectiva muy cercana de su culo apretado bajo unos vaqueros. "Ya está, es un hombre", pensé, al escuchar su tono de voz. "Es lo único que tiene sentido". Eso sí, un hombre que estaba de rechupete. 
Justo tras sentarse ella, se apagaron las luces y empezaron los trailers, pero Alonso no paraba de darme codazos, aunque sin mirarme porque estaba muy ocupado acosando visualmente a su vecina. -¡Para, coño! -le dije, dándole un puñetazo en el hombro- después comentamos la jugada.-Es que está tremenda -intentó sisear él, haciendo claros gestos hacia ella- ¿la has visto?-¡Quieto, joder! ¡Claro que la he visto! Oye, ¡que nos mira! ¡Disimula, disimula! -dije yo.
Vamos al cine: Amazing Spiderman 2¿Y la película? Me preguntaréis. Pues la verdad es que nos sorprendió gratamente. A pesar de esta anécdota que os he contado, que en otras ocasiones seguramente hubiera acabado con nuestra expulsión de la sala y una orden de alejamiento, la verdad es que fue suficientemente absorbente como para que nos olvidáramos de nuestra voluptuosa vecina y le hiciéramos más caso a nuestro amistoso vecino cabeza de red.
Spiderman 2 es una película de cómics de superhéroes en toda regla, con todo lo que esto supone. Son dos horas y media de diversión bastante bien llevadas, donde se mezclan tanto las historias personales de Peter Parker con las acrobacias y peleas de Spiderman. Conviene recordar que no te vas a encontrar con una película 100% de acción: al fin y al cabo, los cómics del trepamuros tampoco lo son, ya que también se centran, y mucho, en la desastrosa vida sentimental y personal de Peter Parker. 
Las dos vertientes de la película, es decir, la relación entre el superheroico protagonista con Gwen Stacy (a la que da vida con mucha eficacia la guapísima Emma Stone) y Harry Osborn (también bien adaptado a la pantalla) y, por otro lado, la pelea con Electro (al que da vida Jamie Foxx) están bien tratadas. Los más puristas dirán que no se parecen lo suficiente al cómic en el que están basadas, pero conviene recordar que ni estamos hablando del mismo lenguaje y que esos cómics se escribieron hace ya unas cuantas décadas, con lo que era necesario ajustar esas maravillosas historias a los tiempos que corren actualmente. En el fondo, te vas a encontrar con el Peter Parker de siempre: despistado, inteligente, buenazo y con tendencia a la autodestrucción.
Otra cosa destacable son las escenas de acción, visualmente espectaculares y muy bien rodadas, siendo capaz el espectador de seguirlas en todo momento, sin que se transformen en confusos borrones de animación por ordenador.  Es una gozada ver Nueva York balanceándose entre los edificios con esa nitidez. Tampoco han hecho mal trabajo con los villanos, tanto a nivel visual como con su personalidad. 
En definitiva, si lo que buscas es disfrutar de una película de supertipos y supermalos arreándose, mezclados con un poco de amor adolescente tan en boga ahora, Spiderman 2 es una buena elección y más si eres fan del personaje. Si eres muy purista y te ponen de los nervios las licencias que se toman a la hora de adaptar un tebeo, piensa que al final sólo es una película y trata de disfrutarla. Y si no te gustan ni los superhéroes, ni las pelis de acción, ni las escenas tontas e intrascendentes, bueno, ¿qué diablos haces pensando en ir a ver esta pelicula?
Vamos al cine: Amazing Spiderman 2
Tras la escena final (que no esperaba ver todavía en la saga), Alonso y yo, como buenos frikis, nos quedamos, disfrutando de los diez largos minutos de créditos, por si aparecía una escena final de unos pocos segundos. Nuestra apetecible vecina, sin embargo, nos abandonó mucho antes, prácticamente a la carrera, nada más se encendieron las luces de la sala. Nos habíamos olvidado de ella, cuando nos la encontramos minutos después,sentada sola en las escaleras de salida. Nos extrañó verla allí y más cuando descubrimos, por lo agitado de su respiración que estaba llorando.
Alonso me hizo un gesto, encogiéndose de hombros, preguntándome en silencio si hacíamos algo. Yo, considerando seriamente la posibilidad de estar frente a una peligrosa asesina en serie o alguien con un desequilibrio mental, negué con la cabeza y seguí mi camino, sin darle opción a protestar. Un rato después, tomando una caña en uno de los locales del cine, mi amigo me lo recriminaba:
-Se le veía tan solita y abandonada, necesitada de compañía... -me dijo, con voz afligida.-Estás hablando de tu polla, ¿no? -le pregunté yo.-No tienes corazón y eres un soez y un mal pensado-me acusó, alzando las manos a modo de defensa.-Paso de líos. No sé cómo lo harías, pero ni nos paramos o le preguntamos todo hubiera acabado transformándose en un berenjenal de cojones.-No sé por qué... -empezó a replicarme Alonso, pero se quedó callado, mirando a un punto tras de mí- joder, ¡que está ahí!
Vamos al cine: Amazing Spiderman 2En efecto, me di la vuelta para ver como la misteriosa chica se encontraba a unos pocos metros de nosotros, encaminándose en nuestra dirección. Tenía todavía la cara congestionada por haber llorado y su pelo moreno y despeinado ocultaba parte de sus bonitas aunque agresivas facciones.
Nos quedamos en completo silencio hasta que ella llegó a nosotros. Yo incluso me eché un poco hacia atrás por si se lanzaba sobre nosotros cuchillo en mano.-¿Puedo sentarme con vosotros, por favor? -dijo ella, con voz llorosa, señalando la silla vacía que había a nuestro lado.

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