La noche estrellada obra maestra de Vincent van Gogh que se guarda en el MoMA, muestra la vista que tenía el pintor desde su ventana en el sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence, donde ingresó tras cortase el lóbulo de la oreja. Una imagen idealizada del amanecer del 25 de mayo de 1889 que van Gogh pintó de memoria durante el día, meses antes de suicidarse.
Un cuadro que además oculta una interpretación artística de la turbulencia, el movimiento de un fluido en forma caótica, cuyo mecanismo fue un misterio durante mucho tiempo. El complejo concepto de flujo turbulento, el profundo misterio del movimiento que Van Gogh logra capturar en esta magnífica obra.