Las madres y los padres que viven en el remoto archipiélago de Vanuatu, en Oceanía, tendrán que empezar a pensar seriamente en comprar pañales ecológicos para sus pequeños. El país acaba de anunciar planes para prohibir los pañales desechables. Ralph Regenvanu, el ministro de Asuntos Exteriores, dio la información.
El anuncio se hizo durante una conferencia la semana pasada en Port Vila, la capital del país. Además de los pañales, se prohibirán otros plásticos de un solo uso tales como los cubiertos de plástico, los vasos de poliestireno (espuma de poliestireno), los “agitadores” para bebidas también hechos de plástico y algunos tipos de envases para alimentos.
El problema de los plásticos de uno solo uso.
Según el ministro, un estudio demostró que el pañal desechable es el objeto de uso individual más común entre los residuos domésticos de Puerto Vila. ¿Y cuál es el problema con eso?
Pues que un pañal común está compuesto de tres materiales principales: externamente por polietileno sintético, que se deriva del petróleo, internamente por una pulpa de celulosa y poliacrilato de sodio, que es superabsorbente.
Para descomponerse, cada unidad puede tardar de 500 a 600 años en la naturaleza. “Se estima que, en un año, un solo niño es responsable del uso de 130 kilos de plástico”.
Ahora imagina el impacto causado por un bebé durante los dos o tres años que dura el uso de los pañales.
Vanuatu es un archipiélago paradisíaco en Oceanía y los plásticos y la basura en general son un gran problema no hay lugar donde enterrarlos con seguridad y el costo de manejar tanta basura es demencial, además de la contaminación producida en un ecosistema tan sensible.
La solución propuesta.
Ahora toca a los pañales y otros plásticos desechables, Vanuatu ya había prohibido las bolsas de plástico, las pajitas para beber y los envases de espuma de poliestireno con anterioridad.
Todo esto comenzó con una campaña en Facebook que gradualmente ganó la atención de los legisladores. Y, además, el país insular ubicado en el Pacífico Sur quiere liderar el movimiento a favor de la reducción de la producción de residuos.
Un cambio en el que el país, que consta de 83 islas, sólo tiene que ganar. Además de tener una economía basada en la agricultura de subsistencia, el archipiélago también encuentra en el turismo una fuente de ingresos.
Si se aprueba, la ley que prohíbe la venta de pañales desechables entrará en vigor en diciembre de este año.