La semana pasada la Agencia Española de Medicamentos bloqueó la venta de la vacuna de la varicela marca Varivax, fabricada por el laboratorio Sanofi Pasteur Merck, Sharp and Dohme (MSD). La decisión de las autoridades sanitarias españolas se debió al abuso que está produciéndose pues el calendario vacunal la fija para mayores de nueve años basándose en la ficha técnica del medicamento pero en el mercado privado se está utilizando antes de dicha edad. En temas de salud más no siempre es mejor y este es un ejemplo de manual.
La vacuna de la varicela previene 0,6 días de ingreso hospitalario por varicela pero aumenta 1,1 los días de ingreso por herpes zoster. Es decir, una vez más es peor el remedio que la enfermedad, por otra parte benigna en la gran mayoría de casos.
Existen modelos matemáticos para predecir el daño de la vacuna de la varicela por el incremento del herpes zoster. La polémica surge porque con la vacuna varicela se consigue que haya menos varicela en niños pero más en adultos y embarazadas y más herpes zoster durante 50 años. ¿Quién está decidiendo entonces? Alguien está saltándose las normas de vacunar a los 12 años y es lo que con buen criterio en mi opinión ha tratado de evitar la Agencia.
Nos hemos enterado así que existe un uso irracional de esta vacuna por razones de mercado. Quien presuntamente fomenta este sobreuso es el laboratorio fabricante. Un dato importante. Parte de las principales sociedades científicas relacionadas con las vacunaciones masivas, la Asociación Española de Pediatría, la Asociación Española de Vacunología y la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, alertaron de una situación de desabastecimiento haciéndole el juego a Sanofi Pasteur Merck, Sharp and Dohme.
Esta actitud, contraria a la evidencia científica y a las autoridades sanitarias que obraban con buen criterio, puede entenderse porque, como hemos publicado en numerosas ocasiones, estas sociedades tienen importantes conflictos de intereses con los laboratorios fabricantes de vacunas, Sanofi entre ellos.
Según Belén Crespo, directora de la Agencia de Medicamentos:
Esto es una batalla de una empresa que se mueve por intereses económicos” (…) “La varicela cursa de forma benigna en los pequeños y es en la adolescencia cuando puede ser más complicada, por eso no hace falta vacunar antes de los 12 años.
El asunto se ha comentado en medios sanitarios y hemos vuelto a leer aquello de que con esta decisión damos “un paso más hacia el subdesarrollo” pero médicos especialmente escépticos como Javier Padilla lo ponen en duda y otros como Vicente Baos creen imposible el consenso científico pues cada uno mira por sus propios intereses. ¿Dónde quedan los criterios de salud pública entonces?
El colmo es que “la solución” para este problema creado artificialmente (más zoster en la población por consecuencia de la introducción de la vacuna de la varicela) sea la introducción en el mercado de la vacuna contra el herpes zoster (casi 20 veces la concentración que la de la varicela) en adultos y ancianos y que para ello se manipulen los datos y resultados con tal de “hacer redondo” el negocio en el que los pediatras son agentes imprescindibles.
De este modo eliminamos la varicela en la infancia y la transmisión del virus pero, como explica el médico Juan Gérvas:
-Desconocemos el impacto de la vacuna en la dinámica de la infección viral varicela-herpes zoster (la infección latente es algo peculiar, que lleva a la afectación de hasta el 20% de la población, con casi un 25% de casos con complicaciones)
-Desconocemos el impacto de la vacunación sobre la inmunidad a largo plazo y sobre la incidencia a distintas edades de la propia varicela
La vacuna contra la varicela puede tener externalidad negativa (que se “pague” a largo plazo). Quizá no habría que haberla introducido pero tendiendo toso esto en cuenta la actitud de la Agencia de Medicamentos ha sido la menos mala. Mejor no jugar a aprendices de brujo.
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