El matemático español Francisco Sales sacó a un alumno a la pizarra y le pidió que explicara qué haría para freír un huevo, suponiendo que tenía el aceite, el huevo y las cerillas encima del mármol y la sartén en el armario.
El alumno, no sin asombro, procedió a responder:
- Cogería las cerillas, encendería el fuego, sacaría la sartén del armario, echaría el aceite en la sartén, pondría la sartén en el fuego, esperaría a que se calentara, rompería luego el huevo, lo echaría a la sartén…
El profesor iba asintiendo a cada paso.
Cuando el alumno terminó, le propuso un nuevo reto:
- Dígame ahora qué haría si tuviera la sartén ya en el mármol.
De nuevo el alumno retoma la explicación:
- Cogería las cerillas, encendería el fuego, echaría aceite en la sartén, la pondría al fuego…
Al terminar, el profesor Sales le dijo, o sabemos si irónico:
- No tiene usted talento matemático; un matemático hubiera contestado: metería la sartén en el armario y aplicaría el método anterior.
No sé si mis amigos matemáticos querrán confirmar o desmentir esta deducción.
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Lo cuenta Gregorio Doval en su Anecdotario universal de cabecera. Ediciones del Prado. Madrid 2003.
Según leo en Razónalo, "Francesc d’Assís Sales y Vallès
(Terrassa 1914 - Barcelona 2005) fue un matemático catalán. Era hermano
del escritor y editor Joan Sales y Vallès. Se doctoró en la Universidad
de Barcelona en 1946. Recibió dos veces el premio Torres Quevedo del
Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) por sus estudios
en el campo de la probabilidad, aunque más tarde dirigió sus estudios
hacia la lógica algebraica y el análisis de las estructuras algebraicas
de los sistemas lógicos. Obtuvo la Cátedra de estadística matemática y
cálculo de probabilidades, que ocupó desde 1958 en la Universidad de
Granada y a partir de 1961 en la de Barcelona. En el año 1972 fue
elegido académico numerario de la Real Academia de Ciencias y Artes de
Barcelona, y ingresó en 1976.