Veintitrés

Vengo tarde a escribir esto. Porque cumplí veintitrés la semana antepasada, el 05 de febrero, y ya ha pasado suficiente tiempo pensando en que agradecerle a mis veintidós y que esperar de mis veintitrés.

Esto va a sonar un poco ridículo, porque, bueno, veintitrés tampoco son ochenta, pero me altero darme cuenta que el paso del tiempo no perdona. El tiempo, mejor dicho, es el que no perdona. Va pasando, te guste o no. Te agrade o no. Te acomodes o no, el tiempo sigue pasando, sin preguntar, sin pedir opinión.

Me quejo de tener veintitrés? No. Creo que es un buen numero. Una buena edad. Una buena edad para que? No se, para vivir supongo.

Así que haré aquí, publica y notoriamente, una lista de cosas que espero hacer durante mi año de veintitrés.

1) Dejar de disculparme. A veces me disculpo demasiado, por demasiadas cosas. No me siento mal por disculparme, lo que está mal es hacerlo tan seguido por cosas absurdas. Incluso, en la calle, voy disculpándome con todo el mundo: por tropesarlos, por mirarlos (si, lo he hecho, me he quedado viendo a alguien en el autobús y me he disculpado por verlo), por pasar primero por una puerta, etc. Me disculpo en exceso, debo dejar de hacer eso.

2) Ser mas organizada y ordenada. No soy ordenada, nunca se donde están las cosas en mi propia casa, incluso en mi propia cartera. Creo que lo único que llevo ordenado y organizado son mis apuntes de la universidad (sino, reprobaría todas las materias por no saber donde están las guías de estudio), pero es que tampoco soy organizada: no se que tengo que hacer en el día, nunca coloco prioridades a mis actividades y por eso a veces me sorprendo haciendo una tontería y dejando de lado algo importante. Este año de mis veintitrés llevaré una agenda o planificador, anotare todo por prioridades, me pondré horarios y me volveré más organizada y ordenada (o eso espero yo).

3) Tener más paciencia. No tengo paciencia. No voy a decir que Dios no me dio paciencia, si me dio, pero yo la utilizo muy poco. A veces quiero todo para ya, para este mismo momento y se que hay cosas que hay que sembrarlas, regarlas, y verlas crecer. Pero yo paciencia no tengo. Quizás por eso no me dedique a la jardinería.

4) Preocuparme mas por mi salud. Alguien tan paranoica como yo, debería asistir a consulta medica con periodicidad. Pero resulta que no, que hago las citas con la firme convicción de ir pero al final no voy. Cosa muy mala, porque me la paso enferma: que si nauseas, que si dolor de cabeza, que si dolor de estomago, que si dolor de espalda, que si la muñeca me suena feo… Debería llamarme Dolores. Una amiga mía dice que soy “acontecida” y creo que si.

5) Vigilar mi comida. Como muy mal. Malisimo. Me dan temporadas en que dejo los lácteos: quesos, mantequilla, leche, etc. Dejo las grasas: nada frito, nada rebosado, todo a la plancha o al vapor. No lo hago por adelgazar, me gusta mi peso actual, lo hago porque a veces mi cuerpo me pide comer menos cargado. Y de repente, como que me posee el espíritu de la gula y me paso una semana comiendo hamburguesas, papas fritas, pizza (OMG LA PIZZA es mi debilidad), refrescos, dulces… En fin, que me vuelvo loca. Tengo que vigilar mas eso.

Y listo. Ahora si comienza oficialmente mí 2015. Porque empieza un nuevo año de vida para mi.