Hace mucho que no comentaba ninguna noticia o comentario de algunos de nuestros políticos, pero hay estupideces que uno no puede dejar pasar…

Hablaba de las pensiones y venía a decir que para hacer el sistema de pensiones sostenible hay que retrasar la edad de jubilación a los 70 años.
En el fondo, tiene razón, me decía Wang. Retrasar la edad de jubilación a los 70 años hará el sistema más sostenible, y si la retrasan hasta los 100 años obtendrán seguramente un buen superávit, argumentaba mi amigo.
Y mientras nos dedicábamos a imaginar a qué se podría dedicar ese posible superávit (Wang abogaba por doblar los salarios de nuestros políticos, mientras yo me inclinaba más por subvencionar a bancos y grandes empresas), no podía dejar de pensar en la profunda estulticia que manifiestan unas declaraciones semejantes.
No sé apenas de economía, pero en un país con un porcentaje de paro tan alto como el nuestro y donde casi la mitad de nuestros jóvenes no encuentran trabajo, retrasar la edad de jubilación no parece una gran medida.

Y para reducirlos, no hay nada mejor que una combinación adecuada de recortes en la edad de jubilación y en los sistemas de protección social (con especial ahínco en el deterioro de la sanidad y en la dependencia).
Que son justo las medidas que (como digo desde la incompetencia y desde la mala voluntad) llevan tiempo aplicando.
No vaya a ser que, al final, lleguemos a vivir hasta edades por encima de nuestras posibilidades.