Vélez y Lanús, confirmando la inexistencia de los merecimientos

Si en el fútbol siempre ganase el que se lo mereciese, hoy la historia habría sido bien distinta: Vélez tuvo 85 minutos no muy buenos en su visita a All Boys, y Lanús dominó a Estudiantes. Pero por suerte para unos y por desgracia para otros, esta historia no ocurrió.

En Floresta, los locales fueron más que superiores al cuadro dirigido por Ricardo Gareca, que estuvo en las antípodas de las actuaciones de partidos anteriores, incluida la derrota por 1-0 ante Boca 7 días atrás. Casi idéntica situación se vió en Arias y Guidi, pero en vez de camisetas negras había granates, y en lugar de casacas blancas con “V”s azuladas había otras albirrojas a bastones.

Pero en ambos casos los arqueros visitantes fueron figura. Sebastián Sosa, si bien no tuvo muchas intervenciones, sacó, con el partido 0-0 un cabezazo de Ángel Vildozo que tenía muchísimas chances de tener destino de gol. Mientras que en el caso del joven Agustín Silva, quien tiene encima apenas seis partidos en primera, no hubo calidad de atajadas,mas sí cantidad: evitó que cuatro disparos fuesen al fondo de la red.

Sin embargo, más allá de esos desarrollos similares, el final fue bien distinto en ambos casos: en el Islas Malvinas, a cinco minutos del final, Lucas Pratto se la dio a Jonathan Copete, éste metió el pase al claro a Agustín Allione, quien se estaba proyectando, él tiró el centro atrás y el exBoca la tiró a la izquierda de Cambiasso. Eso no era todo: Facundo Ferreyra (un exBanfield, ironías del destino) recibió la asistencia del colombiano, dio media vuelta, y la colocó suave contra el palo derecho. Este 2-0, sumado a que en Lanús el marcador no cambió jamás, significó que Vélez esté como líder solitario, con dos puntos de ventaja sobre los granates.

A pesar de la tan trillada frase, no siempre gana el mejor. Lo sufre Lanús. Lo festeja Vélez.