La lluvia cae, moja, salpica, inunda, cubre todo a su alrededor.
Moja la tierra, satura el espacio y cuando llovizna en el desierto es tan milagroso que hay fiesta. Y yo deseo que así como la lluvia, Dios me salpique de su agua que es fuente de vida. Empápame del perfume de tu amor, imprégname de esa esencia fresca. Báñame de paciencia y tolerancia. Riégame con tu misericordia así como flor que esta a punto de abrir sus pétalos. Llena mi ser con esa fe que es capaz de subsistir aún en los tiempos más difíciles. Porque ser saturada de tu lluvia es lo mejor que me puede pasar. Es la experiencia más hermosa que pueda acontecer a un alma que está sedienta tan solo de ti.