Según los especialistas la timidez se forja a lo largo de la vida y por ello, superar este problema no resulta una tarea sencilla sobre todo porque será necesario adoptar comportamientos más adecuados a situaciones diversas que puedan presentarse.
¿Qué es la timidez?
Una sensación totalmente opuesta a sentirse cómodo entre otras personas, la timidez hace que quien la padece decida dejar de hacer cosas por un tema de inseguridad o por sentir interiormente que no está preparado para hablar bien en público, ocupar un puesto importante en una empresa o simplemente ir a una fiesta donde deberá relacionarse con personas a las que no conoce.
La mayoría de las personas se encuentran siempre abiertas a vivir nuevas experiencias y conocer personas fuera de su ámbito social más íntimo, mientras que quien sufre de timidez tiende a encerrarse y prefiere no establecer nuevas relaciones por temor al rechazo.
Quien sufre de problemas de timidez interiormente desea superar ese problema y tener una mejor calidad de vida relacionándose con otras personas de forma natural, pero no podrá lograrlo sin ayuda.
Reducir la timidez
Hace un tiempo en un artículo publicado en www.efeblog.com se describía cómo era el desarrollo emocional de los niños que desde su más tierna edad comienzan a sentir diferentes emociones siendo las primeras la alegría, la sorpresa, el enfado, el miedo, la ansiedad y la tristeza, a las que se sumarán otras a medida que continua el desarrollo natural de la personalidad.
Y es a partir de allí en que es posible encontrar la razón que lleva a ciertas personas a ser tímidas mientras que otras viven la vida de manera más natural. Según la ciencia se cree que la timidez está relacionada con los genes y de los comportamientos que se aprenden, mientras que existen estudios e investigaciones que han podido establecer que casi un 20% de las personan tienen una tendencia genética natural a ser tímidos a pesar que no todas ellas desarrollan ese tipo de temperamento.
Las experiencia de vida pueden también influir negativamente y hacer disminuir la sensación de confianza, mientras que los padres de un niño tímido tienen la tendencia a protegerlo más y alejarse de situaciones desconocidas, algo que no lo ayudará en su edad adulta.
Superar la timidez es posible pero requiere de algunos cambios y práctica además de darse la oportunidad de practicar más conductas sociales que a la larga hará más sencillo sentirse bien aún con personas desconocidas.
El avance y los progresos se darán lentamente, siendo posible buscar la ayuda de un profesional para hacer más fácil el camino y superar el problema o por lo menos manejar la timidez para que no influya de forma negativa en la vida cotidiana.
La consulta con un especialista se hace imprescindible cuando la timidez afecta profundamente la socialización, la confianza y la autoestima de una persona condiciones que le impiden aprovechar buenas oportunidades tanto laborales como a nivel de amistad o de pareja, siendo una emoción que puede traer consecuencia más graves como la denominada fobia social una patología que debe ser tratada por un psicólogo.
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