Ya sabes que hace un tiempo tuve un pequeño conflicto con la ropa, así que a mitad del año pasado llegué a una resolución: tenía que hacer algo con todas aquellas prendas que no me ponía, ni me había puesto nunca, y que ocupaban espacio no solo en casa, ¡sino en casa de mis padres!
En otro post te explicaré diversas opciones posibles para gestionar un armario, tips para que no se acumule ropa y otros consejos para saber qué hacer con las prendas cuando no las quieres, pero esta vez quiero contarte lo que hice con mi amiga Mònica en noviembre ...
Efectivamente, lo has adivinado (bueno, esta no ha sido muy difícil, ¿eh? :P) nos apuntamos al Flea Market (fue el 8 de noviembre) y nos propusimos vender nuestra ropa, toda la que pudiéramos.
El Flea Market es literalmente un mercado de pulgas, es decir, un conjunto de puestos que se instalan en la calle, o en un recinto cerrado, unos días concretos del mes y que venden un tipo específico de objetos. En este caso se suele vender ropa, accesorios, zapatos, pero también se pueden llevar otras cosas como objetos decorativos, juguetes o muebles, y todos han de ser de 2ª mano.
Que sea de 2ª mano no quiere decir que por narices te lo hayas tenido que poner o usar, por ejemplo, yo he vendido algunos pantalones que ya no me caben y que llevaban la etiqueta puesta...
Nuestra flamante parada en El FleaMe encanta la idea porque es una opción sostenible para darle continuidad a ropa que no quieres ... y también puedes encontrar tú otras piezas de las que enamorarte.
Más abajo te doy unos consejitos que he aprendido tras mi primer mercadillo, espero que te sean útiles si quieres ir a uno... Nuestra experiencia fue genial, la verdad.
Vendimos muchas cosas que nos "molestaban" en casa y, aunque devolvimos a casa otras tantas, la venta fue muy productiva. Aprendimos a poner precios, a echarle más morro del habitual, a decir no, a decir sí, a despedirse con pena de algunas prendas y con alegría de otras... Por ejemplo, le di una nueva y flamante vida al vestido maldito, un vestido que cada vez que me lo ponía para ir de fiesta o de cena, sucedía algo malo y no conseguía que me sacara de casa...
La verdad es que nuestros novios se embolaron como una de nosotras y nos ayudaron muchísimo: llevándonos en coche, trayéndonos agua, preparando algunas cosas, haciendo como que compraban para llamar la atención, recogiéndonos de nuevo... Siempre es mejor en compañía, la verdad (¡gracias chicos!).
En fin, que si has llegado hasta aquí y te brillan los ojos como a un personaje de anime enamorado, creo que es mejor que leas lo siguiente:
Es muy fácil, te doy unas pautas:
1 - Lo primero que has de pensar es si tienes ropa u otras cosas para vender, evidentemente. Parece una tontería pero lo ideal para conseguir vender más es tener objetos interesantes, que tengan que ver más o menos con la temporada y que sean atractivos...
2 - Lo siguiente que has de hacer es decidir a qué mercadillo quieres asistir. En Barcelona hay un montón de mercadillos de segunda mano emblemáticos y diferentes en los que puedes participar: Lost&Found, El Flea, Fleadonia, On The Garage, DeManoEnMano... Y seguro que en tu ciudad también los hay. Busca por internet, infórmate y escoge uno. Puedes pasarte previamente a ver cómo es y conocer las mejores zonas donde te gustaría poner la parada.
3 - Piensa si quieres ir solo/a o acompañado/a. Es muy habitual colaborar con alguien, así que considera la opción de compartir parada.
4 - Piensa el día, elige zona, inscríbete y reserva.
5 - Después tienes que hacer la selección de lo que quieres vender concretamente. Saber esto te permitirá repartirlo para transportarlo. Por ejemplo, yo puse mi ropa en una maleta grande y estuve tiempo pensando cómo quería mostrar toda esa ropa.
6 - Piensa bien a cuánto quieres tasar tus objetos. Elige un precio máximo y uno mínimo para cada prenda importante y un precio medio para prendas del montón. Que sepas lo que vas a cobrar por cada una y puedas luego jugar con este valor.
7 - La mesa y la silla te la ceden ellos, pero planifica cómo quieres que sea tu parada y tus necesidades: piensa en cosas necesarias (como cojines o luz) y en detalles decorativos para llamar la atención (burros, banderolas, portacollares, percheros). Unos días antes te dirán el sitio concreto donde va a estar tu parada, es el momento de volver al lugar del crimen y saber realmente qué tienes alrededor (un banco, un árbol, una farola...) para concretar qué vas a llevar.
8 - Que no se te olviden los pequeños detalles importantes: haz una bolsa con celo gordo, tijeras, cordeles, cartulinas, rotuladores gruesos... cualquier cosa que creas que vas a necesitar.
9 - Piensa en que tendrás que almorzar, comer y merendar. Llévate bocadillos o tuppers o dinero para esto. ¡Y agua!
10 - Vas a pasar toooooodo el día en la paradita del mercadillo, que no se te olvide una chaqueta para el frío y/o un sombrero y crema solar. Siempre hay un momento en el que vayas a necesitar algo de esto.
11 - Atención con los objetos de valor propios: monedero, tarjetas, llaves, móvil... Es mejor que lleves la tan-manida-en-los-años-90 riñonera, con todo lo importante bien cerquita de ti y bajo control.
12 - Planifica el dinero que vas a llevar. Por ejemplo, nosotras fuimos al banco a cambiar 1 billete de 50 € en monedas de 1 € para poderle dar cambio a la gente... ¡Estábamos muy consternadas con esto! Va a depender de los precios que quieras poner a las prendas.
13 - Ten en cuenta cómo vas a ir hasta el mercado. Pide ayuda, o lleva menos cosas, habla con el que esté a tu lado en la parada y no dejes desatendidos tus enseres.
14 - Have fun!
Como fuimos ' Marketeers of the Month', ganamos un descuento para el siguiente mercadillo al que quisiéramos ir (¡pronto acudiremos de nuevo!), una comida para 2 en un restaurante Udon y el mejor premio de todos, este pin:
Las orgullosas poseedoras del pin de mejor marketer del mesLo sé, en ese momento éramos la envidia del mercadillo, jajajaja,
En fin, pruébalo, acude a un mercadillo, deshazte de tu ropa, gana algo de dinero con ella, diviértete y repite. Y si no te animas, avisaré pronto de cuándo vamos a volver, ¡puedes pasarte por aquí a hacernos felices y comprarnos algo!