Un segmento muy apropiado para la rentabilidad de nuestra inversión es el segmento de las naves industriales. Cualquier inmueble que tenga uso industrial o comercial que ya esté edificado debe contar con la pertinente autorización administrativa y estar en suelo urbano que permita el establecimiento de industrias, es decir, en polígono industrial.Debemos tener en cuenta que las actividades industriales requieren mayores dotaciones urbanísticas, tanto en accesos a maquinaria y vehículos pesados, contar con sistemas de distribución eléctrica de mayor potencia que el área residencial y deben contemplar la realización de actividades nocivas, ruidosas o peligrosas.
A la hora de seleccionar una nave industrial, debemos analizar con rigurosidad la actividad macroeconómica de nuestro entorno, las infraestructuras existentes alrededor, la ubicación geográfica y por supuesto, el tamaño de la nave o instalación industrial que se podrá ubicar en estas instalaciones. Debemos seguir por ejemplo estos criterios para llegar a la conclusión adecuada de compra:
- Analizar el entorno geográfico en línea con la actividad que queremos desempeñar en el inmueble. Si nuestra nave es excesivamente grande y es adecuada para una fábrica, pero no tenemos población disponible o malas comunicaciones, dificilmente encontremos una empresa de tamaño adecuado para alquilarla. Además, las grandes instalaciones (por ejemplo 5.000 metros cuadrados) rara vez se alquilan dado que la empresa suele optar por la compra.
- Previamente a la firma del contrato de compra venta, debemos asegurarnos los suministros oportunos para la actividad indicada, tanto de energía, como desagües, accesos de vehículos pesados, potencia de instalación eléctrica que queremos instalar, idoneidad de espacio...
- Es imprescindible tener una constancia expresa por parte de las autoridades municipales sobre la idoneidad de la actividad que vamos a ejercer y comprobar que la actividad que vamos a desarrollar se autorizará sin problemas en dicho inmueble. Por ejemplo, muchos polígonos industriales o edificaciones impiden la instalación de plantas químicas o empresas que manejen un determinado volumen de residuos peligrosos.