Venenos y depredación/presa
Figura VDP-01. Las presas pueden emplear venenos, ya sea secuestrándolo de su alimento como en estas aves del género Pitohui, aunque carecen de un mecanismo para inyectarlo, el veneno se almacena en las plumas, lo cual hace que tengan mal sabor a los depredadores. Figura VDP-02. El espolón de un ornitorrinco permite inyectar veneno a través de una glándula ubicada en la base de la pata. Figura VDP-03. Al igual que las aves venenosas, las ranas tienden a secuestrar el veneno de los insectos que comen. En cierto sentido es una consecuencia de la inmunidad al veneno de sus presas lo que le permite emplearlo a su favor.
Las
presas también pueden hacer uso de los venenos. Cualquier depredador que sea
presa de otros puede emplear su veneno tanto de manera ofensiva como defensiva.
Un
caso interesante es el de la serpiente de cascabel, que emplea su cascabel para
advertir a sus atacantes de lo venenosa que es, de este modo puede ahorrar su
veneno para comer.


El
veneno puede ser producido por el animal, o como en el caso de muchas ranas y
hormigas, resultar de la acumulación y concentración de los alcaloides
presentes en las plantas de las cuales se alimentan.

Los
efectos del veneno pueden variar, desde simplemente saber mal, hasta ser
extremadamente mortales.
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