Los Vengadores 2 fueron una tremenda decepción que entre más escucho aquellos que defienden la producción, más me convenzo que el amor es ciego.
Pero no es para hacer enojar a los fanboys por lo que escribo estas breves notas, si no por las constantes entrevistas del director Joss Whedon que intenta justificar su talento como uno victima del sabotaje por parte de los altos ejecutivos de la casa productora.
No voy a ser ingenuo en pesar que los estudios no manipulan las películas a su antojo, después de todo es su dinero el que esta en riesgo. La mayoría de los estrenos que observamos en el cine son producto de esa relación entre el ejecutivo que busca sus retorno de inversión y la visión creativa de un artista que quiere contar su historia.
Lo que quiero es encontrar motivos para defender la ambición de Joss Whedon, porque sus declaraciones me han convencido de que tenía toda la intención de crear una película referente que sea halagada como lo mejor de Marvel. Pero parece que su propia ambición lo cegó a las obligaciones comerciales que implica crear un producto para satisfacer a un público infantil.
A inicio de la de década pasada, cuando la fiebre cinéfila era menor, recuerdo el desear que la película a la que estaba dispuesto a ver por lo menos tuviera una duración de dos horas. Llámenme codo, avaro o ambicioso, pero quería mayor retorno por el costo del boleto de cine. Ahora, se ha vuelto una tendencia que mínimo las grandes producciones tengan dos horas y media o más. Algunos filmes lo justifican, otros simplemente se vuelven un fastidio.
Los Vengadores 2 intentó ser ese gran estreno de más de tres horas, sólo que se olvidó que su audiencia es de mayoría infantil y sobretodo que el dúo Disney-Marvel no aprobarían semejante costal de cemento, a tal grado de sabotear la película con una edición destructiva, todo con tal de obtener lo que ellos piensan que es un estreno veraniego.
Y ese es el punto, que un grupo de ejecutivos piensen que para satisfacer a su audiencia sólo es necesario tener grandes grandes escenas de acción sin importar que destruir el alma de la película. Prefieren destruir cualquier desarrollo en el personaje o diálogos aburridos, con tal de tener en su totalidad las monstruosidades visuales que inevitablemente atraen al público y por los cuales varios personajes tanto en You Tube o en internet comentan que es la mejor película de acción que hayan visto en su vida. Si esta práctica continua en las siguientes películas de la tal anunciada fase 3, entonces es hora de irnos despidiendo de la nueva era del cómic en el cine.
Lo que me extraña es la ingenuidad de Joss Whedon en pensar que era un creador con el pase libre a dar a conocer toda su obra. Las prioridad de Disney-Marvel son evidentemente mercadológicas. Le importa un bledo si deseas crear una epopeya épica con héroes en disfraces, lo que quiere es dinero, dinero y más dinero.
La inclusión en el estreno de Blu-ray de las escenas desterradas poco harán para resarcir el daño ocasionado a la imagen de Whedon. La novedad se ha perdido, haciendo cualquier otro visionado a la película un trabajo de observación de detalles perdidos, comentarios o de plano masoquismo.
Sin duda, el premio de consolación se encuentra en el final de temporada de los Agentes de SHIELD, en donde Whedon ha podido crear a su antojo y al parecer mínima intervención. Aún quedan varios detalles por mejorar: como que las historias se vuelvan repetitivas, o que algunos personajes simplemente no son tan cautivantes como otros, aún así, no se puede negar la mejoría de una serie de televisión que dejaba mucho que desear.
Lo patético es que con tanto dinero, actores, efectos y el beneficio de la pantalla grande; me atrevo a decir que la experiencia del final de temporada de SHIELD resultó mejor que la de Los Vengadores 2. Y es triste, porque no debería de ser así.
Marvel-Disney deben de mostrar respeto a sus creadores y haber logrado un equilibrio con la visión de Whedon, o por lo menos detenerlo a tiempo. No puede volver esto a suceder. Lo creativo debe de imponerse a los parámetros de un mercado que a larga se cansará de las fórmulas que piensan ciertos ejecutivos tienen calibradas a la perfección. De lo contrario, mejor me espero a los estrenos en Blu-Ray porque son los que cuentan.