Bioedge ha comentado las repercusiones de la venta de órganos de niños abortados para investigación. Al parecer, son sólo un 0,27% de los proyectos financiados por el NIH, lo que da idea de su poco volumen. Esto no ha impedido que la revista Nature, revista de opinión liberal vestida con ropaje científico, haya salido cerradamente en defensa de dicha investigación, con un editorial y con un artículo de fondo en que se detallan los usos de dichos tejidos. Llama la atención que nadie parece saber cuántas clínicas abortivas se dedicaban a dicha venta, y que en toda la argumentación de Nature no se hable de ética, de que hay acciones que están mal.