Revista Espiritualidad

Ver al Buda. Shobogenzo Kenbutsu

Por Chocobuda
Ver al Buda. Shobogenzo Kenbutsu

Desde hace unos meses, he estado estudiando Shobogenzo Kenbutsu y me di cuenta que no hay tantas traducciones al español. Entonces dije, ¿por qué no? Me impuse la tarea de traducirlo lo mejor que pude y este es el resultado. Intenté mantenerme fiel a las enseñanzas de Dogen Zenji. Mi intención es escribir algunos artículos sobre este texto, pero para que todos tengan contexto, quiero compartirlo primero.

Kenbutsu significa «Ver al Buda». Es un texto que forma parte de Shobogenzo, aunque no ha llegado a las versiones en español. Aquí Dogen Zenji nos pregunta «¿qué significa ver a Buda?».

La respuesta puede parecer simple. Podríamos pensar en una estatua o en una imagen en internet. Sin embargo, Dogen nos toma de la mano para desmantelar por completo nuestras ideas preconcebidas sobre «ver al Buda».

Para realmente verlo hay que dejar de lado la ilusión del mundo material, viendo las «formas» como «no-formas» o viceversa. Así empezamos a entender la realidad desde el punto de vista del Zen: Todo es Buda.

Dogen Zenji hace algo brillante y característico de su estilo: nos muestra que ver al Buda no se trata de negar el mundo material, sino de incluir en nuestra visión también lo inmaterial y lo intangible. Buda es absolutamente todo lo que es. Y en Kenbutsu nos dice cómo podemos lograrlo.

Quiero dejar este texto a disposición de todos para que sea parte de la cultura del Zen de todos.

Mi traducción no es final y posiblemente tenga errores. Si encuentras algo que necesite ser corregido, por favor escríbeme. Muchas gracias.

Ver al Buda. Shobogenzo Kenbutsu

Por Eihei D?gen Zenji.

El Buda Shakyamuni, dirigiéndose a la gran asamblea, dijo: “Si ves las diversas formas como no-formas, entonces ves al Tathagata”.

Este ver las diversas formas y ver las no-formas es en sí una realización que libera. Por ello, es ver al Tathagata. A la manifestación presente, ya abierta a través del ojo que ve al Buda, se le llama “ver al Buda”. El camino vivo del ojo que ve al Buda es el ojo que practica ver al Buda. Cuando uno ve a su propio Buda en otro lugar, o ve a su propio Buda fuera del Buda, aunque sean solo ramas y enredaderas, al estudiar el ver al Buda, al afirmar el ver al Buda, al soltar el ver al Buda, al vivificar el ver al Buda y al hacer uso del ver al Buda, uno está viendo al Buda del rostro solar y al Buda del rostro lunar. Este ver al Buda es, en todo caso, un ver al Buda de rostro inagotable, cuerpo inagotable, mente inagotable y manos y ojos inagotables. Desde que alzamos el corazón y damos el primer paso, avanzando sobre la punta de los pies, todo el esfuerzo en el Camino y la realización última son, por completo, el ojo vivo y la médula viva que corren dentro del ver al Buda. Por lo tanto, tanto en el propio mundo como en el mundo de los demás, aquí y allá, todo es por igual el esfuerzo diligente de ver al Buda.

Al tomar esta enseñanza del Tathagata, “si ves las diversas formas como no-formas”, aquellos que carecen del ojo de la práctica piensan que ver las diversas formas como no-formas significa ver al Tathagata. Su interpretación es que se debe ver que las diversas formas no son formas, sino que son el Tathagata. Ciertamente, desde una perspectiva limitada, es posible estudiar de esta manera; sin embargo, la realización del Camino según la intención del Buda no es así. Debes saber que percibir las diversas formas y percibir la no-forma es ver al Tathagata. Hay un Tathagata y un no-Tathagata.

El Maestro Zen Fayan del templo Qingliang dijo: “Si ves las diversas formas como no-formas, entonces no ves al Tathagata”.

Ahora bien, este camino de Fayan es el camino de ver al Buda. En esto hay un camino de Fayan y un camino de ver al Buda, y al expresarlos, compiten por llegar primero, colaborando al mismo tiempo. El camino de Fayan debe ser escuchado en el lugar del oído; el camino de ver al Buda debe escuchar el sonido en el lugar del ojo.

A pesar de esto, la comprensión tradicional de quienes estudian esta escuela ha sido que las diversas formas son la forma del Tathagata; no hay una sola forma que, mezclada, no sea la forma del Tathagata. Estas formas no deben ser consideradas, ni siquiera provisionalmente, como no-formas. Si se consideran no-formas, es como un hijo que abandona a su padre y huye. Puesto que estas formas son precisamente la forma del Tathagata, se ha venido enseñando que las diversas formas deben ser, sin más, diversas formas. Verdaderamente, esta es la enseñanza última del Mahayana, la realización de los maestros en todas partes. Así, debes aceptarlo y practicarlo con fe, con una determinación inquebrantable. No seas como una pluma ligera llevada de aquí para allá por el viento.

Investiga y ve al Buda desde la postura de que “las diversas formas son la forma del Tathagata, no son no-formas”, y habiéndolo confirmado con certeza a través de la fe, debes sostenerlo. Recítalo hasta que fluya libremente. De esta manera, no dejes que tus propios oídos y ojos dejen de verlo y oírlo. Permite que tu propio cuerpo, mente, carne y huesos se desprendan. Permite que esto impregne y libere tus propias montañas, ríos y la totalidad del mundo. Esta es la práctica de los Budas y Patriarcas. Estando en tu propia actividad, no pienses que no puedes manifestar tus propios ojos. Al ser transformado por una sola palabra tuya, sueltas y ves a tus propios Budas y Patriarcas. Esta es la práctica cotidiana de los Budas y Patriarcas.

Por esta razón, hay un único camino a seguir: las diversas formas ya no son no-formas, y la no-forma es precisamente las diversas formas. Porque la no-forma es las diversas formas, la no-forma es verdaderamente no-forma. Debes estudiar de tal modo que tanto la forma llamada “no-forma” como la forma llamada “diversas formas” son, ambas, la forma del Tathagata.

En la casa del practicante hay dos tipos de escrituras: las llamadas “escrituras del ver en la práctica” y las “escrituras del no ver en la práctica”. Esto es lo que el ojo vivo investiga. Si uno aún no ha penetrado estas escrituras con una mirada atenta, no posee un ojo penetrante. Sin un ojo penetrante, no hay un ver al Buda. En el ver al Buda, está el ver en el lugar de las diversas formas y el ver en el lugar de la no-forma. Esto es “yo no entiendo el Dharma del Buda”. En el no ver al Buda, está el no ver en el lugar de las diversas formas y el no ver en el lugar de la no-forma. Esto es “la persona que comprende el Dharma del Buda lo ha obtenido”. Ocho o nueve de cada diez partes del camino de Fayan son así.

Sin embargo, en lo que respecta a esta gran causa y condición, hay algo más que decir: “Si ves la forma real de las diversas formas, entonces ves al Tathagata”.

Todas estas maneras de expresar el Camino son, enteramente, el poder de la gracia conferida por Shakyamuni. No son la piel, la carne, los huesos y la médula de un rostro diferente.

La entrada Ver al Buda. Shobogenzo Kenbutsu se publicó primero en Chocobuda | Budismo Soto Zen y minimalismo para la vida urbana.


Volver a la Portada de Logo Paperblog