Revista Viajes
Un año más nos planteamos mi esposa y yo qué viaje de unos días (semana más o menos) realizar durante este verano.Descartamos el desplazamiento en avión (ya habíamos volado a Ucrania en abril) y pensamos en desplazarnos a una zona menos calurosa que la húmeda (en verano) Valencia, de manera que tras sopesar varias posibilidades y comprobar lugares, alojamientos y precios (aconsejo que se haga ello siempre en la preparación de un viaje), optamos por acotar la zona oeste de la península ibérica, con preferencias sobre Portugal, Galicia y un poco la Asturias occidental. Buscando, buscando, nos decidimos por casas rurales con amplio espacio exterior y en zona relativamente fresca, de manera que nuestra selección quedó limitada al sur de Galicia y al norte de Portugal, zonas que conozco muy bien, y que ofrecen buen yantar, buenos paisajes, alojamientos confortables y precios en general comedidos. En una selección casi final, nos decidimos por la zona de Viana do Castelo, en la desembocadura del río Lima (Limia en España), bien situada, a 45 kilómetros de Porto, a la misma distancia de Braga y no mucho más de la Galicia de las Rías Baixas. Podíamos, decidimos, gozar de buenos paisajes, comidas sabrosas de carne, pesado y mariscos, y alojamientos con atención especial, como suele acontecer en las zonas rurales, o al menos que no se hallan en el interior de aglomeraciones urbanas.Se nos presentó la alternativa de repetir estancias en el Hotel Rústico Casa Franco, de Aderlán, cerca de Mondoñedo, en la Mariña Lucense, o inclusive de retornar al maravilloso Pazo da Pena, en las cercanías de Manzaneda y A Pobra de Trives, pero ello era demasiado cómodo y preferimos buscar algo nuevo. Nos encontramos al fin con la elección de la llamada Casa da Reina, en Chafé, cerca de Viana do Castelo, y nos sedujo la información amplia obtenida y hasta el precio razonable, en un establecimiento con cuatro habitaciones/suite, amplio jardín, bodega, piscina y cercano mar (Océano Atlántico) y efectuamos la reserva, huyendo de esos motores de búsqueda supranacionales, que abusan del cliente hinchando algo el precio, y del establecimiento, detrayéndole una comisión de hasta el 15 por 100.Así que, hecha la reserva, previo anticipo de un 50 por 100, hallamos que los regentes y propietarios (portugueses) rezumaban amabilidad y decían hablar español, lo que podía ser útil a mi esposa, poco habituada a la lengua portuguesa. El desplazamiento en coche hasta la Casa da Reina iba a suponer un periplo de más de mil kilómetros, y aunque bien acostumbrados estamos a percursos mucho mayores, resolvimos hacer una parada a los dos tercios del itinerario, y buscando zona fresca y atractiva, optamos por llegar mediante la A- y A6, desviando por la A-52, hasta el lago de Sanabria, al norte de la provincia de Zamora, ya casi en Galicia, y allí, en Galende, se nos ofreció el hostal Los Chanos-El Ruso, a pocos kilómetros del lago, y que presentaba en la información buen aspecto. Lo reservamos. De lo que sucedió cuando iniciamos el viaje veraniego y cómo resultó la primera jornada, habrá noticia en la siguiente entrada de este blog. SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
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