Revista Cine
En aquel verano del 69 había además de esos nombres asociados al festival cuyo medio siglo se recuerda en los telediarios bastante gente que por diferentes motivos no compareció y ahora, al repasar vinilos, uno se percata que hay material para disfrutar, música y músicos que tienen un lugar en la historia aunque los medios actuales apenas los recuerden.
En ese verano de hace cincuenta años, en las berbenas y guateques siempre llegaba el momento en que algún invitado sacaba a relucir su última adquisición en materia de vinilos y no podía faltar el de la despedida, para siempre, de un grupo que uno conoce sólo por dos motivos: porque ya peina canas (si es que puede) o porque es más friki de lo que piensa, porque a estas alturas de 2019 una pregunta tan sencilla como ¿quién era el guitarrista de Cream? puede dar la victoria en un juego de mesa.
El rock que suena en cualquier momento en la radio actual le debe mucho a un grupo sucinto, apenas un trío, muy poderoso eso sí, que decidió llamarse Cream porque ellos eran "la créme de la créme" o lo que diríamos en castizo, "más chulos que un ocho".
No les faltaban motivos para presumir. Eran cojonudamente buenos, en una mezcla de blues y rock que desde luego tenía la influencia del legendario John Mayall, pero no entremos en detalles porque no hay tiempo, ahora.
El caso es que esos buenos chicos, Jack Bruce, Ginger Baker y Eric Clapton, llegaron a la conclusión que no querían seguir juntos y se despidieron, con gran tristeza para todos, precisamente en 1969, con un álbum medio directo medio estudio, que titularon Goodbye.
Como el otro día, agarren su bebida favorita, algo de picar, inviten a alguien y disfruten :
Y sigan recordando que esto sonaba en verano de 1969.