Este es un post de vergüenza propia. Acabo de ordenar los estantes de Caracas y estoy en proceso de inventariar las bibliotecas (la de acá y la de casa). Por el momento, sólo he registrado (usando aNobii.com) los libros que tengo y que aún no he leído, y la lista es larga y vergonzosa:
Título Autor
Los pequeños seres Salvador Garmendia
El año de la muerte de Ricardo Reis José Saramago
Relatos Completos Dylan Thomas
Ficciones – El Aleph – El Informe Brodie Jorge Luis Borges
Curso de literatura europea Vladimir Vladimirovich Nabokov
En lo más implacable de la noche Idea Vilariño
El corazón es un cazador solitario Carson McCullers
El doble arte de morir José Balza
Cuentos cubanos contemporáneos Riverón Morales Riverón
Antología de Cuentos Quebequenses en el Fin de Siglo, 1987-2000 Julieta Fombona
La silla del águila Carlos Fuentes
Roald Dahl Jeremy Treglown
La Venganza Es Mía, S. A. Roald Dahl
El Turno del Escriba Graciela Montes, Ema Wolf
Remedio para melancólicos Ray Bradbury
Las voces secretas Antonio López Ortega
La “tournée” de Dios Enrique Jardiel Poncela
La senda de los diálogos perdidos Mario Morenza
Parmenides César Aira
El villorrio William Faulkner
El gran arte Rubem Fonseca
Un bel morir Alvaro Mutis
Pelando la cebolla Günter Grass
El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz Alfredo Bryce Echenique
La balada del café triste Carson McCullers
París era una fiesta Ernest Hemingway
Mal tiempo Pelham G. Wodehouse
El visitante y otras historias Dylan Thomas
El precio era alto 2 Francis Scott Fitzgerald
El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas Haruki Murakami
El hombre que lo tenía todo, todo, todo ; La leyenda del sombrerón ; La leyenda del lugar florido Miguel Ángel Asturias
El caso de los anónimos Agatha Christie
Historias de la Calle Lincoln Carlos Noguera
El Amante Marguerite Duras
Una cuestión personal Kenzaburo Oe
El robo del elefante blanco y otras historias Mark Twain
La muerte de Artemio Cruz Carlos Fuentes
Narrativa Completa Dorothy Parker
La invención de Morel Adolfo Bioy Casares
Por favor, no me dejen comprar más libros, sin importar que sean usados y los haya conseguido más baratos que un café de panadería.
Necesito unas largas vacaciones frente al mar y una maleta enorme para poder llevarme todo esto.