Hace unos meses os enseñé un reciclaje de falda de mujer a vestido de niña que podéis ver aquí.
El vestido nos vino genial para sanfermines y ha sido uno de los favoritos del verano.
Esta vez la falda de partida era una falda trapecio que cosió mi hermana con 16 años en sus primeras clases de costura. La encontré en la casa del pueblo y pensé que ese estampado de florecitas era perfecto para un vestido de bebé.
Puse un vestido sobre la falda para ver si tenía tela suficiente y parecía que sí.
No usé patrón, corté la tela colocando un vestido encima para ver las medidas del canesú. No usé este vestido sino uno de tirantes.
La tela me llegó muy justita. El cuello es una puntilla fruncida y las sisas van rematadas con unas vistas, no había tela para más.
¿Cuánto ha costado este vestido? 0 €. Nada. La tela, la puntilla y los botones estaban por casa. ¡Reciclar es la mejor opción para hacer ropa nueva!