Se dice que el sueño de todo piloto es vestir de rojo algún día y correr para Ferrari, idea con la que Sebastian Vettel ha coqueteado a lo largo de los años pese a su contrato con Red Bull.
Hoy se ha sabido que el tetracampeón le ha regalado un Ferrari California a su padre, un coche que también incluye una matrícula personalizada y que difiere un tanto de los Infiniti que Vettel suele conducir por el patrocinio entre la firma nipona y el equipo Red Bull.
El color del California es el rojo característico de Ferrari, mientras que su matrícula reza 'HP N1'. HP representa el lugar de nacimiento de su padre, Heppenheim, mientras que N1 hace referencia al nombre de su padre, Norbert.
"¿Una señal de su futuro en Maranello? ¡Quién sabe!", se pregunta La Gazzetta Dello Sport, el medio que ha revelado la noticia.
"En 1995 Michael Schumacher fue visto por las calles de Mónaco al volante de un F355, y todos sabemos cómo acabó eso".
Vettel está vinculado a Milton Keynes, pero el auge de Daniel Ricciardo podría facilitar su salida a otra escudería. Los nombres de McLaren y Mercedes suenan como posibles destinos, aunque hace unos años se habló de un supuesto precontrato con la Scuderia.
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