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Y la primera temporada de esta divertida e interesante iniciativa, Almuerzos con Carla, llega a su fin.
De ahí que el tema elegido fuera Carpe Diem. Disfruta el momento.
Los invitados todos muy especiales tanto por su capacidad para relacionarse con los demás, como para disfrutar en todo momento y también para hacer disfrutar a los demás.
Como siempre la conversación comienza durante el aperitivo en la planta baja del restaurante y mientras van llegando todos los invitados.
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En Carpe Diem tuvimos la suerte de contar con la presencia de Charo Izquierdo, la que fuera mítica Directora de la revista YoDona y posteriormente de Grazia, buena amiga desde que la conocí cuando aún trabajaba en Telva. Alguien especial que siempre está dispuesta a ayudar.
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—Aquiles González, trabaja en la agencia de comunicación PCYC especializada en gastronomía. Siempre tiene buenos consejos y su generosidad le hace compartir permanentemente todas sus experiencias. Sus amigos recurren continuamente a sus conocimientos y se pasa el día dando los mejores consejos, pero nunca pierde la paciencia…
Ana García-Siñeriz, periodista y exitossa presentadora de TV, actualmente Directora de Zeleb, siempre encantadora y sonriente, una mujer completa que sabe disfrutar de todo lo que le rodea.
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Maria José Pinto, enfermera de profesión, cuida a sus amigos con tanto cariño como a sus pacientes. Siempre tiene palabras amables en su boca y sabe mejor que nadie como animar cuando lo necesitas.
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—Teresa Sanchez Sicilia, se reinventó a sí misma por exigencias del guión, sin perder la sonrisa ni la ilusión. Ahora es una veterana experta del comunity managment y se ha especializado en gastronomía, una de las mejores maneras de disfrutar.
Jorge Blass, mi mago favorito, a quien tengo la suerte de conocer desde hace años. Jorge no solo disfruta de la vida y de todo lo que le rodea sino que además hace disfrutar a los demás con sus increíbles juegos de magia e ilusionismo. Cuando estas con él te das cuenta que la magia existe.
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—Esperanza Kahle. Probablemente mi amiga más alegre y disfrutona. Arquitecto y diseñadora es propietaria junto a sus hermanos de DVelas, una empresa de reciclado de velas de barco con las que hacen auténticas maravillas en mobiliario, ropa y accesorios. Un crack en lo profesional y en lo personal.
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Madame Bobarín, o Clorata de Potasa, el mejor ejemplo de cómo el sentido del humor es fundamental en todas las esferas de nuestra existencia, más aún cuando las cosas se complican, se tuercen o nos agobian. Su web ElDodo se ha convertido en el mejor método para sonreír cada mañana.
Rosetta Forner, un hada buena, coacher y escritora. La vida en Rosetta y sus besos Hadados no podían faltar en nuestro Carpe Diem.
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El almuerzo comenzó con la explicación del menú por parte de Yolanda Iglesias, como siempre en nuestros almuerzos ataviada con su gorro
rosa.
En esta ocasión pudimos comprobar su buena mano en una refrescante ensalada de queso gratinado con nueces y pasas. Sus famosísimas croquetas de jamón y un risotto de setas.
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Como plato principal, impresionante milhojas de bacalao confitado.
Y de postre tarta de queso con helado de mango…
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—(Todo lo tenéis en el menú de Las Pocholas)
La conversación fue tan dispar como divertida e interesante. El disfrutar es variado como variados y diferentes somos cada uno de nosotros. Pero hay algo que une a los disfrutones, la actitud.
Rosetta comenzaba la charla recordando que hay quienes no tienen esa capacidad de disfrutar, que carecen de esa actitud ante la vida. Pero esto puede ser por varios motivos. Se apuntaron tales como el miedo, el sentimiento de culpabilidad, el qué dirán e incluso la propia vergüenza que puede darnos el reconocer que somos felices. Madame Bobarín lanzaba la pregunta al aire, ¿sentimiento de culpa o falta de adaptación? Hay quienes están instalados en el melodrama, y Rosetta nos recordaba el título de uno de sus libros más exitosos, Ponte las alas cuando la vida te de calabazas.
El sentido del humor comienza por uno mismo, no significa reírse de los demás, sino con los demás y sobre todo de la propia situación personal, ayuda muchísimo. El sentido del humor adquiere su verdadero significado cuando las cosas van mal recordaba Madame Bobarín. No significa reírse de los demás, sino con los demás y saber reconocer los fallos y errores propios. Al reírte de ellos los afrontas mucho mejor.
Apuntaba Aquiles que hay una relación directa entre salud y disfrute. A mayor disfrute, mayor salud, sobre todo mental. Y Charo Izquierdo afirmaba que efectivamente la actitud positiva es, en todos los casos, sanadora.
Jorge Blass interrumpía con gracia para recordarnos que el pesimista también es necesario. Al ser preguntado por qué respondió que un optimista inventó el avión y un pesimista el paracaídas.
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—Teresa Sanchez Sicilia reconocía que a ella ayudar a los demás le hace sentir mejor, y aquí comenzó una polémica interesante. Rosetta Forner afirmaba que ella no puede ayudar si no se encuentra en equilibrio, si no está bien consigo misma y por eso cuando esto sucede se encierra hasta recuperar la estabilidad emocional. Teresa y prácticamente toda la mesa afirmábamos lo contrario. Ayudar nos ayuda incluso a recuperar nuestro equilibrio y a afrontar nuestras desgracias, nos hace sentirnos mejor y en definitiva volver a ser felices.
Una observación muy importante fue introducida por Charo Izquierdo, no hay que compararse nunca, afirmaba. Ni por arriba ni por abajo. Debemos ser conscientes y agradecer todo lo que tenemos, pero sin caer en la comparación. Hay que aprender a dar las gracias.
A lo que Rosetta añadía, la alegría no está en el tener, sino en el ser.
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La propia historia de la humanidad está hecha de personas que salieron adelante en las situaciones más adversas.
Tan nocivo es permanecer anclado en el pasado como estar proyectado en el futuro, porque entonces no se disfruta. Hay que vivir el presente.
Es entonces cuando Ana García-Siñeriz nos propone un juego para ver cómo cada uno de nosotros disfrutamos del presente. La familia y los amigos van por descontado, y nos proponemos buscar otras formas de disfrutar dando por hecho que a todos lo que más nos gusta es estar rodeados por las personas que más queremos. Los aromas para Aquiles, yo disfruto teniendo tiempo para dormir y descansar, la fe en el ser humano mueve a Teresa Sicilia, la imaginación y los proyectos para cambiar el mundo hacen que Madame Bobarín se levante contenta cada mañana, la naturaleza le da la paz y la creatividad necesaria a Esperanza Kahle, Jorge Blass nos recuerda la magia del sexo… A Charo Izquierdo, casi todo le hace disfrutar, mientras que para Rosetta el Carpe Diem es ser ella misma.
Con tanto disfrute entre manos, o mejor dicho entre plato y plato, alguien apunta que a veces el estar tan obsesionado con disfrutar de todo nos puede llevar al agobio. Y es que efectivamente cualquier obsesión es siempre nociva. Volvemos al equilibrio y Esperanza recuerda que lo bueno que uno tiene debe pesar siempre mucho más que lo malo.
Aquiles habla entonces de libertad, y de lo difícil que es ser libre. Ser libre sin egoísmos. Ser libre no significa hacer siempre lo que nos de la gana. Esto no nos hace más felices, sino todo lo contrario. Teresa Sicilia reconoce que cumplir con sus obligaciones también le hace sentirse feliz y disfrutar llevándolas a cabo. Ser libre sin que la sociedad te etiquete afirma Madame Bobarín. Qué pensarán, qué dirán, volvemos sobre ello..
Hay que ser ético con nuestros principios e intentar hacer el bien a los demás, es en conclusión el mensaje más repetido en este Carpe Diem
La gastronomía, recetas, historias, niños, parejas, amigos, viajes… todo salió a debate y propició incluso a veces varias conversaciones paralelas. Estaba claro que todos disfrutamos mucho de este almuerzo tan especial en Las Pocholas.
Y el Carpe Diem final lo puso Jorge Blass haciéndonos a todos partícipes de nuestra propia magia. Porque la magia existe, solo hay que saber verla.
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—¡GRACIAS DISFRUTONES!
Carla, Aquiles González, Maria José Pinto, Charo Izquierdo, Yolanda Iglesias, Rosetta Forner, Madame Bobarín (Clorata de Potasa), Teresa Sanchez Sicilia, Ana García-Siñeriz, Jorge Blass y Esperanza Kahle.
Y para terminar otro juego, regalo una Lluvia de Rosas igual que a los invitados al almuerzo, a la primera persona que averigue quien no pudo llegar a la foto de grupo por compromisos laborales y fue añadido despúes por arte de magia…
Las Pocholas. C/ Fortuny, 47. Madrid