¿Qué viajero que se precie de serlo no sueña con viajar a Egipto? Y sin embargo, al menos para los latinoamericanos, Egipto se siente como un salto al vacío. No tiene por qué serlo.
Existen cuatro maneras de viajar a Egipto. La primera es comprar un paquete en tu país de procedencia. Es lo más práctico pero también lo más caro. La segunda es pagar tu vuelo por separado y conseguir un paquete en alguna agencia con sede en Egipto. Es más económico y un poco más flexible que el anterior. Algunas agencias conocidas (y con las que trabajan las agencias argentinas, por ejemplo) son Memphis Tours, Dunas Travel y Galaxia Tours. La tercera es organizarlo todo con un guía local, que lo va a hacer a tu medida. Mostafa Ahmed Said fue uno de mis contactos en Egipto y lo puedo recomendar. La cuarta es ir comprando tours diarios que es lo que yo hice.
El problema con esta opción es que, a diferencia de lo que ocurre en Europa o América Latina, no existe la posibilidad de conformar un grupo y abaratar costos (salvo en contadas excepciones). Los tours en Egipto son privados así que resultan caros si uno viaja solo. Lo ideal es convencer a algún amigo/a para que viaje con nosotros y compartir los gastos, o tal vez conseguir en algún foro de viajes a algún compañero/a/s de excursiones. Las excursiones se pueden comprar en la mayoría de los hoteles, agencias o a través de guías. Yo utilicé las tres opciones.
Es posible arreglar con algún taxista, que seguramente les va a salir más barato, pero no sé si es lo más seguro.
Respecto a los vuelos, se puede ir a España y de ahí utilizar la línea de bandera egipcia, Egyptair o tomar vuelos con escalas de Turkish Airlines (la más económica) o Alitalia.
Muchos me preguntan por el clima. Bueno, enero y febrero es temporada alta porque el clima es benigno y no hace tanto calor. El verano egipcio debe ser un horno.
¿Qué vacunas se necesitan? A los argentinos nos exigen el certificado de vacunación de la fiebre amarilla, no porque ellos tengan la enfermedad sino porque consideran que nosotros la tenemos. En Buenos Aires la vacunación se realiza en la Dirección de Sanidad sin Fronteras. Allí también otorgan certificados de excepción con orden médica. La vacuna dura para toda la vida.
El tema de la visa. Si bien los españoles pueden conseguir la visa en el aeropuerto por USD 25 y varios argentinos también lo han hecho así, no es lo que aconseja la embajada. En este punto cada uno elige si lo hace en el aeropuerto o antes de partir. Yo no quise arriesgarme así que hice el trámite en el Consulado de Egipto en Buenos Aires (Virrey del Pino 3140, de 9 a 14hs) aunque ahí cuesta USD35. Deben rellenar este formulario y llevarlo impreso. Además necesitan llevar: pasaporte original con vencimiento mayor a 6 meses (el pasaporte se deja en el consulado por unos días mientras realizan el trámite), dos fotos 4×6 color con fondo blanco, fotocopia de los dólares con los que van a pagar y certificado de vacunación de la fiebre amarilla. El trámite no es personal. Cualquier duda pueden escribir a [email protected]
Un detalle a tener en cuenta es que el fin de semana en Egipto es viernes y sábado, por lo que esos días van a ver más turistas locales.
Una vez allá, la comida es económica y hay gran diversidad de hoteles. Si lo organizan con un guía local, seguro consiguen un hotel de varias estrellas a muy buen precio. Más barato que si lo hacen por su cuenta. Asimismo hay hostels y departamentos en alquiler.
¿Qué cuidados hay que tener para no sufrir la maldición de Tutankamón y terminar con diarrea? (yo no me enfermé ni un día): consumir agua mineral embotellada y sellada y lavarse los dientes con esa misma agua mineral. La mayoría de los hoteles la obsequian. No usen hielo. No coman verduras crudas ni frutas (excepto bananas y naranjas que tienen cáscara gruesa). Lleven siempre un frasquito de alcohol en gel.
En El Cairo el tráfico es imposible ya que no hay semáforos (o hay muy pocos). Tengan en cuenta los tiempos ya que de Guiza al centro pueden tardar una hora. ¡Y cuidado cuando crucen una calle! Si toman un taxi arreglen bien el precio antes de salir. Los taxis son bastante más baratos que en Argentina.
Una cosa que tienen que saber y que probablemente no van a poder evitar: se van a sentir timados. En Argentina casi todo tiene sobreprecio: la comida, la ropa, etc, pero como ese precio es fijo e igual para todos, nos da la posibilidad de aceptarlo o no de antemano. En Egipto el regateo impide que tengas parámetros claros de lo que cuesta realmente cada cosa. ¿Lo conseguiste barato o te estafaron? El regateo puede ser cansador, especialmente cuando todo se basa en este sistema. En Aswan me tiraron una remera por la cabeza cuando dije que era muy cara e hice el ademán de irme. También pueden jugar con los malentendidos y decirte que algo cuesta 30 libras (“pounds”) con lo que uno supone que se refiere a libras egipcias (la moneda local) para luego revelarte que se trataba de libras esterlinas. Para prevenir, siempre aclaré de antemano si hablaban de libras egipcias.
Respecto al tema de las propinas. Es algo molesto pero instalado en la sociedad (los sueldos son muy bajos y la gente cuenta con ese extra). Para todo les van a pedir propina. Ni se les ocurra pedirle a alguien que no sea turista o su guía que les saque una foto o preguntarle una dirección. Los guardianes de las tumbas les van a querer mostrar sitios donde no se puede pasar o permitirles sacar fotos a cambio de dinero. Pero no se lo van a decir hasta que lo hayan hecho y les exijan el dinero. Lo mejor es aclararlo desde el principio, llevar billetes sueltos en un bolsillo (nunca abran la billetera porque les van a pedir más plata) y decidir cuánto están dispuestos a darle a cada uno. En los baños, con 1 o 2LE está bien. A los guardias de las tumbas, 5LE como mínimo (si quieren que les saquen una foto o cualquier extra que no sea abrir la puerta, tienen que aumentar esa suma). Las propinas nunca están incluidas en las excursiones así que tienen que calcular un monto superior a lo que está anotado. Como no hay mucho turismo en comparación con otras épocas, es posible que sean el único visitante en alguno de los templos (me pasó en Luxor) y que el guardia los siga a todos lados. Si quieren sacárselo de encima, denle la propina y díganle que quieren seguir por su cuenta. Básicamente, Keep Calm and Relax. Y lleven cambio.
Pero, ¿es seguro para una mujer viajando sola? La web está llena de prevenciones al respecto. La respuesta es sí. Pero una tiene que adaptarse a otra cultura ya que se trata de un país musulmán donde más del 90% de las mujeres usan hijab y muchas se visten con la abaya y la nicab. Es decir, la gran mayoría de las mujeres egipcias cubre todo su cuerpo excepto el rostro (o los ojos) y las manos. No usen shorts ni remeras escotadas si no quieren llamar la atención. Es una cuestión de respeto y modestia en el vestir. Yo procuré ir siempre con pantalones y remeras o camisas de manga larga. Eso también te protege del sol y de los mosquitos. En Argentina todos nos saludamos con un beso en la mejilla pero en Egipto es mejor poner distancia. Cuando estaba sola no miraba a los hombres ni les sonreía. Nunca me senté en la parte delantera de un auto. Si los límites están bien claros no pasa nada. Yo no sufrí ningún tipo de acoso. A lo sumo alguno me invitó a comer, pero nada más.
¿Y el idioma? Yo me manejé principalmente con inglés, si bien hay guías en español. Aprendí algunas palabras en árabe egipcio. Las dos más importantes son “la, shukran” (no, gracias) que repetí cada vez que me ofrecían algo que no me interesaba.
Les dejo aquí las palabras básicas que les conviene aprender:
- Hola: la forma breve es “salam” (sirve tanto para saludar como para despedirse). La forma completa para saludar es “salam aleikum” y su respuesta es “aleikum es salam”.
- Gracias: shukran.
- De nada: ásfwan.
- Por favor: min fadlik (si es a una mujer), min fadlak (si es a un hombre).
- Sí: áiwa.
- Ok, dale: mesh.
- Perfecto: meia meia.
- No: la.
- Perdón: ássif (“assfa” f.)
- Buenos días: sabah al kheir (donde la “h” suena casi como “j”).
- No entiendo: mish fáhem (“mish fahama” si es una mujer).
- No importa: Maalesh.
- ¿Cuánto es?: kam.
- No picante: bedun felfel
- ¡Vamos!: Yalla.
- Ojalá: Insha’ Allah.
- Adiós: Ma’as salama.
Los números también son fáciles de aprender.