Cuando decidí viajar a Japón tenía claro que lo primero que quería ver era los lugares más turísticos como es Nara.
Aquí puedes disfrutar de su parque, el pueblo y sus calles repletas de tiendas y vendedores que conseguirán atraer tu atención de cualquier forma posible.
En Nara podrás conocer y “sentir” las caricias de los pacíficos ciervos que se acercarán humildemente a pedirte comida. Si sobrevives te puedes acercar al templo de Todaiji y observar el gran Buda que allí se encuentra.
No sé por qué pero en un principio a mí no me pareció tan grande ni el templo ni el Buda. Supongo que fue porque eran tan descomunalmente grandes que la perspectiva se pierde o simplemente no estaba yo ese día muy inspirado porque después de leer en un pequeño cartel las medidas del Buda la cosa cambió.
El gran Buda es la estatua más grande del mundo hecha en bronce y sus dimensiones impresionan:
- 15 metros de altura
- Ojos un metro
- Nariz medio metro
- Orejas 2 metros y medio.
- Manos 4 metros y medio
Es muy curioso que en la misma sala existe un pequeño orificio de medio metro en una de las columnas. Según cuentan si consigues atravesar la columna tendrás asegurado un lugar en el cielo y si fallas pues te toca adelgazar para volver a probarlo.
Nosotros lo conseguimos, y sin ninguna ayuda, pero hubo un turista que estuvo ahí luchando por intentar asegurarse la plaza y tras unos segundos de agobio consiguió cumplir la misión de asegurarse su sitio en el cielo. Así que es posible que me encuentre con él en el otro lado.
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