Viaje a Andorra, 3º día: Naturlandia

Ya había llegado el último día, así que la jornada se presentaba como la más especial de todas, ya que entre otras cosas tocaba despedirse de los compañeros bloggers y de la gente de la oficina de turismo. No se si serán cosas mías, pero no me gustan las despedidas.

El día, como los dos anteriores, la verdad es que se presentaba soleado y sin un frío extremo; vamos, que daba gusto salir a la calle. Lo primero que tenía que hacer, para no verme después corriendo, era hacer la maleta, ya tendría tiempo después para bajar a desayunar. ¿ Nunca os ha pasado que os da la sensación de que os dejáis cosas al hacer el checkout en un hotel ? Pues a mi cada dos por tres...

3º día: visita a Naturlandia

 Una vez fuera del hotel ya estábamos listos para llegar al que sería el último punto de la visita, concretamente íbamos a visitar Naturlandia, el eco-parque ubicado en el municipio de Sant Juliá de Lória. ¿ Que son los eco-parques ? Son áreas naturales, por lo general boscosas, que se adaptan a las necesidades de los turistas; con la intención de que éstos puedan disfrutar de actividades relacionadas directamente con la naturaleza mientras aprenden a cuidar su entorno.

El área se encuentra a más de 2.000 metros de altura, por lo que llegar por carretera no era precisamente pan comido. A pesar de que las máquinas quitanieves constantemente estaban recorriendo las vías de montaña, el asfalto estaba resbaladizo a más no poder; razón por la que en el primer artículo del viaje os comentaba que para andar por esta zona hay que saber conducir bien. Es más, ya vimos alguno que otro que al no poder llegar hasta arriba tenía que darse la vuelta.

Bueno, una vez en el parque, de la mano de uno de sus responsables ( Raquel ), pudimos ver de primera mano las instalaciones. Es un recinto ( bastante grande por cierto ) centrado en el disfrute de la nieve, de la montaña y de la naturaleza; y para ello se han diseñado las actividades, adecuándolas para todos los gustos y condiciones.

En su catálogo podemos encontrar pistas de esquí de fondo, paseos en trineos de perros, una pista de patinaje sobre hielo, canchas de paintball, tiro con arco, paseos en oruga, quads y motos de nieve, e incluso un “campamento inuit” pensado para los más pequeños. Y esto si nos acotamos a las actividades invernales, ya que en verano hay otras mil y una posibilidades pensadas para disfrutar de la naturaleza: como los paseos en caballo mismamente.

Ahora bien, este parque no es mayormente reconocido por estas actividades; sino que su fama más bien le viene de otro lugar, de una actividad llamada Tobotronc. Este último es, con sus 5,3 km, el tobogán de natural más largo del mundo. Básicamente consiste en una vía de raíles por donde circula una especie de trineo, montaña abajo, serpenteando por el interior de los bosques, a toda velocidad; algo así como una montaña rusa pero a lo bestia.

3º día: despedida

En fin, por ese día ya no teníamos muchos tiempo para hacer más actividades ya que el AVE Lérida-Madrid nos salía en 4 horas. Así que tras comer en uno de los restaurantes del parque, pusimos rumbo a la estación de trenes de Lérida; de ahí a Madrid, y en mi caso, después al aeropuerto.

El viaje había acabado, así que no podía hacer otra cosa que pensar en volver, no me queda excesivamente lejos y, teniendo en cuenta lo que a mi me gusta la naturaleza, en verano deben ser una gozada las montañas de Andorra.

Quiero aprovechar la oportunidad para agradecer a la Oficina de Turismo de Andorra la invitación y la atención de sus responsables; así como a Luz por haber organizado la visita. También me gustaría tener un recuerdo para los bloggers junto a los que tantas risas me he echado esos días, ya nos veremos en otras ocasiones chicos. Y a todos los que leáis estas líneas, recordad que Andorra no es solamente un destino de nieve, sino que tiene mucho más que ofrecer en todas las épocas del año.