En Chiclana, un barco sale todas las tardes para ver cómo se pone el sol en torno a la silueta del islote de Sancti Petri, desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre.
“La Pepa Cádiz” sale del puerto, se introduce en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz y se detiene frente al islote dónde la mitología cuenta que Hércules tenía su templo.
“La Pepa Cádiz” se para cerca de la isla, y absortos, los viajeros contemplan cómo el sol se desliza sobre la silueta del castillo.
No es una ilusión óptica sino la magia de la naturaleza. Podría ser la humedad comenta Javier Ramírez, armador del barco, para el que sigue siendo un misterio que este sol se ponga rojo y te invite a mirarlo de frente.
Ni la mejor fotografía es capaz de reproducir cómo se esparcen las ondas azules por el Atlántico y el resplandor del sol poniente se transforma en una luz roja y anaranjada, púrpura y rosa también.
El fenómeno tiene nombre, efecto Rayleigh, pero no la emoción que produce contemplar esta luz crepuscular sobre la lámina de agua.
El sol cae de izquierda a derecha, suavemente y parece que va rodando, bordeando las ruinas del castillo, flotando en el aire hasta que se hunde.