Viaje imposible, viaje “interstellar”

Si habéis visto Interstellar, y/o por lo que podréis leer en internet, nos encontramos ante el título de una película de ciencia ficción, estrenada en noviembre del año pasado, que no ha dejado indiferente a nadie y que ha dado para hablar horas y horas de ella... siendo las críticas muy polarizadas, y sin parecer que haya un término medio:

Haciendo caso, por ejemplo, a algunos críticos, estamos ante una obra maestra de ficción espacial vestida de ciencia, agujeros negros y viajes temporales. Emparentándola incluso con las grandes obras del género de ciencia ficción, de 2001: Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968) o Elegidos para la gloria (Philip Kauffman, 1983).

Otros, sin embargo, la han criticado negativamente y en especial por algunos errores de bulto en su argumento científico ( Interstellar es ficción, pero también ciencia, en su guión y diseño artístico ha participado el gran astrofísico Kip Thorne). En este aspecto, y de antemano, debo deciros o recordaros que yo soy de letras (mixtas, pero letras) y tampoco he podido ser muy crítico con posibles errores científicos... Tengo que reconocer que a mí me enganchó plástica y visualmente, casi ni pestañeé a lo largo de los 169 minutos de metraje de la peli. Y pese a algunas críticas de expertos que os decía, a mí personalmente hubo cuestiones que me gustaron:

Por ejemplo, es agradable descubrir que en las escenas espaciales no se oye ningún ruido, absolutamente ninguno: ni los propulsores, ni siquiera las naves estallando en el espacio... no se oye nada de nada. Como se ve no es necesario añadir ruidos o música para obtener un resultado dramático. Otro punto a favor es la nave Endurance, donde son transbordados los astronautas, una nave espacial formada por diversos módulos en forma de anillo y que gira proporcionando una gravedad artificial. Tercer punto a favor de la película: a lo largo del viaje a Saturno, los astronautas reciben y emiten mensajes, que por supuesto no son en tiempo real (no podrían serlo).

En lo que sí que estamos de acuerdo todos (los críticos y yo) es que es una película de ficción: como ya adelantaba en viajes imposibles, viajes de película , donde ya os planteaba la imposibilidad de viajes intergalácticos, aún es ficción lejana la crionización, pero sobre todo recorrer la distancia que nos separa de otras galaxias. En este último punto debo mencionar que la película da una posibilidad o respuesta que no os pienso adelantar (y en la que Kip Thorne cree a pie juntillas, pero de la que no existe evidencia empírica).

Otra cuestión que no se puede negar por ningún crítico es el éxito en las taquillas de uno de mis directores favoritos, el británico Christopher Nolan (culpable por ejemplo de la enorme trilogía de El Caballero Oscuro, de Memento, o de Origen) que además de director de la cinta, es guionista de la historia junto a su hermano. Tampoco se pueden negar las cinco nominaciones a los Oscars que dan una buena pista de la calidad técnica de la película: mejores efectos visuales (categoría donde se lo llevó), diseño de producción, mejor edición de sonido, mejor sonido y mejor banda sonora (8ª nominación del espectacular, como siempre, Hans Zimmer, culpable de entre otras: Rain Man, Sherlock Holmes, Gladiator, El Rey León -su único Oscar-, La Roca, o las mencionadas Origen y El Caballero Oscuro).

Mencionar también el conocido elenco de actores: Matthew McCoughnagey es Cooper, el astronauta que se embarca con Anne Hathaway para salvar a la Humanidad de su desaparición. Michael Caine (actor fetiche de Nolan) también aporta uno de los principales papeles, al igual que Jessica Chastain ( La noche más oscura)

Sin llegar a estropearla para los que queráis verla, os adelanto resumidamente que la trama de Interstellar comienza con que la Tierra está pasando un período bastante jodido (no adelantaré nada de este punto, que por cierto, a mí me dejó más incógnitas que respuestas) y se hace imperativo enviar una misión de exploración para buscar nuevos hábitats. La NASA ha preparado una expedición al planeta Saturno, en cuyas cercanías se ha detectado una anomalía gravitacional. Esta anomalía se identifica como un agujero de gusano, Gargantúa, una especie de pasarela entre dos galaxias. No se sabe quién puso allí el agujero, pero en cualquier caso resulta que es una entrada para un nuevo sistema planetario. La NASA ya ha enviado varias expediciones anteriormente (de las que han enviado algunos datos sobre tres planetas que son posibles candidatos para una colonización -por cierto uno está grabado en Islandia, y recomiendo en este punto ver anteriores posts -), y ahora toca lanzar una segunda expedición para mantener el contacto con los enviados antes y buscar un planeta, similar a la Tierra, donde poder vivir.

Y por último, aunque recomiendo no ver el trailer nunca antes de disfrutar una película (es una opinión a debatir), para los que pensáis lo contrario, os dejo uno de los muchos que pululan por youtube: