Últimamente hay un nuevo concepto de turismo que se está poniendo de moda; COMPARTIR GASTOS. Gracias a las redes sociales y a páginas web que permiten que viajeros de todo el mundo puedan conectarse entre sí con el objetivo de compartir gastos, desde el traslado, hasta compartir el alojamiento o incluso no pagar alojamiento en el lugar de destino.
1. Compartir coche:
Comenzaremos por los traslados, ha surgido la tendencia de compartir coche para ir prácticamente a cualquier lugar relativamente cercano. Debido a la crisis este hábito se ha puesto de moda muy rápidamente. El coche es, para muchos, un medio de transporte ideal para viajar. La libertad y la comodidad que proporciona, lo convierte en un método perfecto para los que quieren ir a su aire. Sin embargo, si se tiene en cuenta el importe cada vez más alto de la gasolina y que, en el 78% de las ocasiones, el coche solo está ocupado por el conductor, compartir recorridos entre varias personas supondría, no solo un menor impacto en el Planeta, sino un gran ahorro.
Cada vez hay más compañías que ofrecen esta posibilidad a los viajeros, gracias a Internet puedes encontrar a muchas personas dispuestas a compartir coche y así poder realizar un viaje muy económico. Estas son algunas de las opciones.
- Carpooling: La experiencia es un grado, y de esto sabe mucho Carpooling, que es una red europea de viajes en coche compartido con una dilatada trayectoria. Además de frenar la emisión masiva de CO2 y de servir como método de ahorro en gasolina para los conductores y en traslados para los ocupantes, Carpooling asegura, como dato curioso, que gracias a su servicio 16 parejas han llegado a casarse.
Lo que más gusta de esta compañía es que todas las dudas tienen respuesta gracias a una sección de ayuda muy elaborada. El sistema de reservas se toma muy en serio las experiencias de los usuarios, permitiendo valoraciones y vigilando todo el proceso. Ante posibles imprevistos, aseguran la devolución de los trayectos pagados por adelantado vía PayPal si se avisa con 3 días de antelación. El hecho de que los conductores puedan introducir hasta cinco ciudades de paso, amplía las posibilidades de rentabilizar el viaje.
- Bla Bla Car: Otra de las grandes referencias en lo que respecta a viajes compartidos en automóvil es BlaBlaCar, que desde 2004 viene convenciendo a los internautas de las ventajas medioambientales y del ahorro de costes de este sistema. Funciona como una red social, poniendo en contacto a más de 2,7 millones de personas, entre conductores y pasajeros, de toda Europa.
Cabe destacar la función de autocompletar en las búsquedas gana por goleada al clásico desplegable. Las fichas de los conductores son realmente completas: desde si es muy hablador hasta comentarios de pasajeros que ya le conozcan, además del modelo y foto del coche que utiliza. Una iniciativa estupenda es Campus, dirigida a universitarios que quieran compartir coche, y Agenda, que agrupa los trayectos en función de eventos especiales como, por ejemplo festivales de música.
- Amovens: Reservar una plaza en un coche privado de forma similar a como se hace con tren o un avión es el objetivo que persigue Amovens. Se trata de una empresa española que pronto cumplirá cuatro años. Aunque cuenta con el particular al 100%, esta joven compañía focaliza buena parte de sus esfuerzos a extender el uso del coche compartido en las empresas, universidades, administraciones, eventos y festivales. El número de usuarios registrados ronda los 50.000, y subiendo.
Lo que más me gusta de esta página es su método de búsqueda, no podría ser más fácil, ya que se basa en dos campos (origen y destino) y dos botones (buscar y publicar). Le dan gran valor a la confidencialidad: todos los contactos se hacen a través del servicio de mensajería del área personal. De este modo, datos personales como teléfonos móviles o matrículas de coche nunca son públicos. La parte de festivales es estupenda y tiene un enorme recorrido.
- Roadsharing: De origen italiano, Roadsharing es otra de las plataformas que pone en contacto personas que quieren compartir su coche con posibles viajeros interesados en la misma ruta a nivel internacional. De forma similar a otras propuestas, esta web se presenta como el lugar ideal para que los que van todos los días al trabajo en coche, encuentren a quién ofrecer las plazas libres y así, contaminar y gastar menos.
Se tiene acceso a los trayectos de un vistazo gracias a un listado a modo de tabla que incluye unos iconos fácilmente reconocibles. Se puede filtrar por país gracias a las cajas de búsqueda. Todas las rutas reflejan la cantidad de CO2 liberado en función de los kilómetros recorridos. Llama la atención que haya bastantes sugerencias en las que no esté marcado el precio de las plazas libres, lo que podría indicar que el conductor únicamente quiere compañía.
- Shareling: Reducción del impacto medioambiental, ahorro monetario y conocer gente nueva son las tres claves de las webs de viajes en coche compartido, y también las que definen a Shareling. Organiza la información en dos bloques: uno para los que quieren viajar y no tienen automóvil, y otro para los que van en coche y pueden llevar a alguien. Una de las diferencias frente a otras páginas del mismo sector es que también permite consultar ofertas de hoteles a través de un acuerdo con una central de reservas.
Lo mejor de esta web es que su uso es muy intuitivo. Los formularios para buscar plazas libres en un coche o para ofrecerlas son prácticamente iguales. Tanto unos como otros pactan el precio entre ellos y la web solo es un mero intermediario entre ambos, no interviniendo en absoluto en la transacción. Si se busca un servicio básico sin más, ésta es tu web.
Por último hay otras web de este estilo como; Compartir, Viajamos juntos, Busvao, Hitchhikers y Hitchwiki.
2. Compartir casa:
Por otro lado, hoy en día los viajeros no solo pueden compartir gastos y viajar compartiendo coche, sino que además tienen la opción de no pagar alojamiento gracias a personas que ofrecen sus casas en diferentes ciudades, a cambio de que cuando ellos quieran viajar reciban alojamiento gratuito. Es así de sencillo te conectas con gente de cualquier parte del mundo que te ofrecen alojamiento gratuito, o a precios muy económicos y si algún día ellos quieren viajar tu tienes que abrirles las puertas de tu casa, ese es el trato. Internet ha acabado con la tiranía del alojamiento tradicional. Si te apetece pagar menos por un alojamiento, pero sobre todo buscas experiencias diferentes, consumo colaborativo y muy en especial crear comunidad y compartir otras culturas con la gente que vive allí, lo mejor es alquilar una habitación en una casa particular.
Estas son las webs donde puedes encontrar este servicio:
- Casahotel en Cuba. Una web especializada en alojamientos particulares en Cuba, desde pisos en La Habana a casa coloniales en toda la isla. Para vivir la realidad cubana con una familia cubana y aprecios muy asequibles.
- Couchsourfing. Un clásico entre los clásicos. Más que una web de alojamiento en casas particulares se ha convertido en una filosofía de viaje para jóvenes internautas. Tú ofreces al menos un sofá en el que pueda dormir un viajero de forma gratuita y sabes que el día que tú lo necesites, tendrás otro sofá (o una cama plegable) en cualquier otro lugar del mundo.
- Airbnb. Son uno de los pioneros y líderes de este mercado. Ponen en contacto a particulares que ofrecen alojamiento en su casa, desde un sencillo apartamento en Manhattan a un castillo en la campiña francesa, con viajeros que quieran pagar poco y convivir con la población local. Su catálogo incluye ya más de 31.000 ciudades en 192 países diferentes.
- Familink Travel. Han creado la primera comunidad virtual de familias viajeras; viajeras más allá del sentido tradicional del término, por supuesto. Por 1 € te apuntas en su web y cuentas lo que ofreces: tipo de alojamiento, experiencias que compartirás con tus huéspedes, visitas a la zona… Seguro que en otro lado del mundo hay una familia interesada en compartir con la tuya unos días, y viceversa.
- Wimdu. Alquiler de apartamentos privados, pero también de habitaciones en pisos compartidos. Su web es de muy fácil uso y en ella encontrarás más de 50.000 casas en más de 100 países. Su lema es “Viaja como un local”.
- Onefinestay. Una vuelta de tuerca a la imaginación online: alojamiento en casas particulares (como los demás), pero en este caso en mansiones de lujo mientras sus dueños no las ocupan. De momento solo funciona en Londres y Nueva York, donde ofrecen 500 alojamientos exclusivos; en el precio va incluido el uso de un Iphone con llamadas locales gratuitas.
- BedyCasa. Ofrecen habitaciones, estudios, apartamentos… en más de 162 países a precios muy económicos (en París, desde 30 € la noche). Tiene más de 15.000 alojamiento registrados.
3. Compartir habitación de hotel:
Ya hemos visto como podemos compartir el transporte, obtener un alojamiento gratuito o muy económico, pero eso no es todo. Hay una nueva tendencia que aún no es muy conocida, es para los viajeros más atrevidos y que no les importa convivir con un desconocido. Destinada a viajeros que viajan solos y no les importa compartir una habitación de hotel y así ahorrarse algo de dinero.
¿Habitación doble o individual? ¿Individual? En realidad, da lo mismo, todas están pensadas para dos personas. La diferencia está en la cama, que puede ser una sola de mayor tamaño o dos camas pequeñas, juntas o separadas por una mesilla. Lo cierto es que alojarse sin compañía en un hotel, puede ser para algunos un verdadero desperdicio: una de las camas se queda vacía.
Hospedarse en un buen hotel no tiene por qué ser un objetivo sólo al alcance de bolsillos holgados. Por lo menos así lo ha entendido Alfredo Ouro, un emprendedor español que ha lanzado Hall Street la primera iniciativa mundial destinada a comprar, vender o compartir habitación de hotel.
La mecánica es sencilla: a través de una aplicación intuitiva y sencilla el viajero puede negociar con el establecimiento el precio que está dispuesto a pagar por alojarse en él, evitando tratar con intermediarios. Además ofrece la ventaja añadida de que en caso de no poder hacer uso de esta reserva, el viajero puede revenderla a otros usuarios que estén interesados.
Sin embargo, uno de los servicios que llaman tal vez más la atención de esta nueva plataforma es la posibilidad de compartir habitación, algo que permite por una parte rebajar a la mitad los gastos de la estancia y por otra, conocer a personas afines. Esta opción es especialmente interesante para individuos que viajen solos y para aquellos que acuden a eventos.
Aunque en algunos países se trata de una práctica más o menos extendida, en España todavía existen numerosos recelos a la hora de compartir habitación con desconocidos. Por este motivo, HallSt.com ofrece una curiosa área de hábitos para conocer de antemano algunas de las costumbres del candidato a compañero de dormitorio, como el tipo de música preferida, de pijama usado, de profundidad del sueño o de la intensidad de los ronquidos, a través de un medidor. La iniciativa, que ha sido bien acogida, ya ha sido copiada en Israel y EE.UU.
4. Compartir taxi:
Por último, esta misma filosofía se aplicó a los taxis, poco asequibles para muchos, y se creó JoinUp Taxi, una aplicación móvil que ayuda a encontrar acompañante, para pagar a medias.
Como podemos ver, el compartir está de moda en el ámbito de los viajes, si quieres conocer gente, aprender de otras culturas de la mano de la gente local, y sobre todo si quieres viajar de manera económica, estás son tus mejores opciones, no lo pienses más, y a viajar.