Por temor a que podría contener restos humanos, tampoco salen los pescadores
Las comunidades rurales afectadas por el tifón en Filipinas se niegan a comer pescado por temor a que podría contener restos humanos, mientras que sus medios de vida también fueron destruidos durante la destrucción de las costas.
Negocios en Roxas, la capital de la pesca de Filipinas, ha llegado a su fin con su industria que queda en el limbo, mientras que los barrios de chabolas hechas de bambú en la misma isla casi todos han sido derribados.