Vida amorosa en el mundo antiguo I

A modo de pequeño estudio comparativo intercultural, e intertemporal, me he animado a exponer, en una serie de artículos, las costumbres amorosas, sexuales, y los mecanismos de "asignación de diferentes mundos, centrándome en las costumbres de nuestros antepasados griegos y romanos como nuestros antepasados más directos.
Asi que hoy: Egipto

Aunque resulte extraño, es complicado, encontrar referencias en la etnografía clásica referentes a la vida sexual de los antiguos egipcios.
Las principales fuentes que tenemos a nuestra disposición son: El Papiro de Londres, el de Leiden y el de Manniche.
En los dos primeros, más que nada encontramos recetas mágicas: " muele semillas de acacia con miel unta tu falo con la mezcla y yace con tu mujer"; el viagra de la época. Pero también encontramos referencias para aumentar el placer de la mujer: " unta tu falo con la espuma de la boca de un semental y yace con tu mujer".
En el mundo andalusí del medievo español, encontraremos recetas de este tipo, que requieren de la mezcla de ingredientes y su posterior aplicación como pomada, que quizás sean de tradición egipcia.
Heródoto, nos cuenta poco acerca de este tema, limitándose a mencionar que los actos amorosos, son realizados en el interior de las casas, además de que los hombres egipcios están circuncidados. En esto último aplica una curiosa valoración ya que en palabras literales los egipcios: "aplican un criterio higiénico al circuncidarse, antes que uno estético".
Esto es lo que sé de los textos. Ahora me gustaría pasar de los pequeños detalles curiosos, y observar las relaciones entre hombres y mujeres egipcios desde una perspectiva más amplia, y por eso, lo primero a considerar es la catogoría de la mujer en la sociedad egipcia.
Las mujeres estaban sometidas a los hombres por medio de estatutos jurídicos independientes, que se dictaban a nivel estatal.
No obstante hay que tener cuidado con esta afirmación cuando estamos hablando del mundo antiguo: El linaje, la sangre y la familia nuclear que formaban con el marido, ponían en una situación de decoroso respeto a la mujer. El ideal de mujer egipcia, estaba representado por la esposa fiel y la madre administradora y ese a que la egipcia no fuese en exceso una sociedad libertina, otros prototipos femeninos como el de la bailarina o el de la prostituta.
La mujer egipcia, pese a todo era una mujer sensual, que utilizaba maquillaje y ropas que realzasen su sensualidad, que generalmente eran escasas y podían recurse a faldas de lino. Las pelucas eran estéticamente muy valoradas y se retocaban con flores de loto, símbolo del placer. No faltaban los perfumes con esencias de flores.
Estaba bien visto que la mujer luciera o realzara sus atributos, ya que en cualquier sentido, la egipcia es la sociedad de la fecundidad. La mujer no deja de ser una encarnación de la fecundidad,
por eso quedaba muy remarcada la función regeneradora, tanto en las costumbres de la moda, en los ritos funerarios (donde se introducía un muñeca de una mujer desnuda con sus atributos femeninos muy definidos), como en los relatos mitológicos (sobre todo el caso de Isis, pero también los de Hathor o Minn).
Al contrario que en el mundo romano, y pese a que la naturaleza regeneradora de la mujer fuese sacra, no se expone su cuerpo en imágenes arbitrarias: no es una sociedad visualmente sexualizada. Las referencias al placer o al sexo, en las imágenes están presentes en forma de símbolos o metáforas: flores, animales exóticos etc.
Un ejemplo pueden ser las imágenes de banquetes que si conservamos, donde encontramos que la sensualidad entre los comensales, se expresa ante todo en caricias, o compartiendo fruta y comida.
En estos banquetes, además de la fruta y la comida, también se "servían" a placer criados y sirvientes. En los que la homosexualidad no estaba mal vista. De hecho y en general. los pueblos antiguos no concebían el sexo como un pecado sino como una bendición, aunque en el caso egipcio encontremos esta doble moral artística.
Por lo sutil del arte egipcio y su regio patrón de desarrollo y temas estamos poco ilustrados en cuando a la vida amorosa, aunque el que escribe tenga la tentación de perderse en la romantica irrealidad de historias tan bellas como la de Isis y Osiris...