Revista Sociedad

Vidas de Santos: San Ignacio de Loyola, 31 de julio.

Publicado el 31 julio 2011 por Fjjeugenio
Vidas de Santos: San Ignacio de Loyola, 31 de julio.Iñigo López de Loyola,  nació en Loyola (Guipúzcoa) en 1491. Recibió una educación elemental,aunque con una base religiosa sólida.  Dedicado a la milicia, tuvo una intensa actividad tanto militar como cortesana.  Se volcó en la lectura de libros de caballería (recordemos a Dº Quijote) lo que quizá le hizo tener grandes sueños de grandeza llegando a aspirar al amor de la Infanta Catalina, hermana del Emperador Carlos I.
En 1521 (a los 30 años) cambió radicalmente de vida. Tras ser herido en el sitio de Pamplona por las tropas francesas, Iñigo tuvo que guardar una penosa y larga convalecencia. Durante ese tiempo tuvo la oportunidad de leer la «Flos Sanctorum» (vidas ejemplares de santos), la «Vita Christi» de Rodolfo de Sajonia, y el «De imitatione Christi» de Thomas Kempis. Estas lecturas y su afición por los libros de caballería le llevaron a perfilar un nuevo ideal caballeresco dentro de su época: el de caballero de Cristo, un caballero andante en defensa de Dios. Y de acuerdo con dicho ideal, decidió romper con su vida anterior e irse a los Santos Lugares.   A mediados de 1522, ya repuesto, San Ignacio abandonó su casa y peregrinó a Montserrat. Tras un tiempo, marchó a Manresa, donde se dedicó a la caridad, la oración y la mortificación física.Dos años después, en 1524, comenzó a acercarse a la mística y empezó a vivir una serie de experiencias «sobrenaturales», «místicas», que fue plasmando en pequeñas notas literarias;por fin, marchó a Jerusalén, regresando de nuevo a España.Más tarde,viajó a París, ciudad en la que permaneció entre 1528 y 1535. Se matriculó en la Sorbona y en ella se convirtió en un declarado papista. Durante este período acabó de perfilar lo que iba a ser la Compañía de Jesús. Conoció, entre otros, a Pedro Fabro, Francisco Javier, Diego Laínez, Alfonso Salmerón, Bobadilla y Rodríguez, hombres que se constituirían en los futuros pilares de la nueva "Compañía de Jesús".
José María Pemán, en su obra "El Divino Impaciente" dedicada a San Francisco Javier, narra con verso ágil las andanzas en París de este grupo insigne de los proto-seguidores  del de Loyola.ació el año 1491 ereforma de la Iglesia. Murió en Roma el año 1556. -Liturgia de la HorasEl Divino Impaciante" es un poema dramático en verso, dividido en un prólogo, tres actos y un epílogo.Fue la primera obra de teatro que escribió Pemán, en 1933. La obra tuvo un gran éxito de crítica tanto en España como en América. Seguidamente reproduzco unos versos de esa obra, el los que Pedro Fabro, desccribe a sus compañeros la figura del de Loyola:
Desmedrado; más bien mala la presencia y la estatura; la color trigueña oscura, la barba corrida y rala, y unos ojos de carbón que tanto, al mirar, afinan que más que ver, adivinan de penetrantes que son. Por su porte y condición, a pesar de andar raído, se ve en toda su persona la huella de quien ha sido galán apuesto y florido. En el cerco de Pamplona, siendo mozo, le alcanzó una bala la canilla, y aunque le desjarretó los huesos todos, libró del trance por maravillaSólo un vicio le quedó del que no pudo librar: una indecisa cojera que le da cierta manera casi graciosa de andar. Éste es el hombre: madera labrada de tan buen modo,que sabe llegar en todo más lejos que otro cualquiera. Estando herido, en Loyola, el Flos Sanctorum leía,y en leyéndolo, le hervía su buena sangre española de tal modo, que ya ansia, calzando siempre más puntos que el que más, llegar a ser más santo que fueron juntos todos los santos de ayer. Según ha dado a entender, ahora anda en trance de ir a Roma, con intención secreta de conseguir licencia de fundación, pues, según parece, sueña no sé qué empeño futuro. Y triunfará, de seguro; que cuando en algo se empeña, paso a paso, bien o mal, repartiendo por igual lasuavidad con el mando, cojeando, cojeando, llega siempre hasta el final........

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