Autor: Robert Schnakenberg
Editorial: Oceano
Publicación: 2012
ISBN: 9788475567686
Páginas: 307
Precio: 16,90€
Con numerosas anécdotas reales y sin censura alguna, Vidas secretas de grandes escritores revela los secretos mejor guardados de nuestros escritores favoritos: Lewis Carroll, Jean-Paul Sartre, Oscar Wilde, Agatha Christie, etcétera. ¡Los grandes clásicos al descubierto!
¡Grandes escritores! Esas mentes brillantes, dioses de carne y hueso, que con sus apasionantes obras, sus increíbles creaciones, nos han dado a nosotros, simples mortales, momentos inigualables. ¿Quién no quiere ser el nuevo William Shakespeare? ¿A quién no le gustaría ser comparable a Egar Allan Poe, Charles Dickens, H.G Wells, etc.? ¡Já! Pobres almas inocentes, ¡cuán engañados estáis! Si algún día vuestro hijo viene a vosotros y con total convicción os dice, "¡Mamá, papá, de mayor voy a ser como Honoré de Balzac!"; por favor, antes de sentiros orgullosos por el futuro prometedor de vuestro pequeñín, acudid corriendo a la librería más cercana, comprad Vidas secretas de grandes escritores, y leed lo que ahí pone sobre él... Os aconsejo estar sentados en el momento de su lectura, pues los golpes en la cabeza causados por desmayos repentinos suelen ser muy dolorosos. Si al recuperar la consciencia, volvéis a casa, y después de abrazar a vuestro retoño e intentar convencerlo de que la medicina es mucho mejor, sigue sin dar su brazo a torcer, "¡Balzac, mamá, Balzac!", solo queda una cosa por hacer: rezar para que solo logre poseer su talento literario y no siga sus pasos en cuanto a vivencias y carácter se refiere. ¿Creéis que las vidas de Paris Hilton, Linsay Lohan, o cualquier otra celebridad actual es cuanto menos escandalosa? Eso es porque todavía no habéis tenido ocasión de conocer las vidas privadas de 41 de vuestros escritores favoritos. ¡Locos, todos locos! ¿Sabíais que J. R. R Tolkien era conocido por intentar chocar con otros vehículos en las calles de Oxford? <<¡Si los embistes, se apartan!>>, decía. ¿Y que el autor de El guardián entre el centeno se bebía su propio pis? Éstas son algunas de las excentricidades de las que hacían gala... Sin olvidarnos de las peleas y piques que tenían entre ellos; ¿civilizados y respetuosos con sus compañeros de profesión? Bah, eso son tonterías. Y sino que se lo digan a Louise May Alcott y la campaña que organizó para prohibir Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain. Drogas, alcohol, perversiones varias..., os vais a dar un atracón de esos chismorreos que hacen época. Yo estoy deseando poder mencionar en medio de una conversación seria sobre literatura, la ocasión en la que Mark Twain pronunció un discurso entero sobre pedos delante de la reina Isabel I... ¡Momento épico! Pero no todo serán carcajadas -aunque habrá muchas-, también podremos conocer cosas interesantes sobre sus obras: las razones por las que las escribieron, los motivos por las que no fueron reconocidas hasta mucho tiempo después, etc. Además, podremos disfrutar de una edición preciosa, muy cuidada y llena de ilustraciones, diferentes tipos de letra y color para resaltar anécdotas... Sin olvidarnos de una de las cosas que más me ha enamorado del libro: una ficha sobre cada autor del que va a hablar a continuación, y en la que encontraremos su fecha de nacimiento/defunción, la nacionalidad, signo del zodiaco -ésto, en realidad, me interesa poco-, algunos de sus títulos de lectura obligada -ya he apuntado unos cuantos-, coetáneos destacables, estilo literario, y una cita del autor. No puedo más que recomendarlo encarecidamente. Pasaréis un rato agradable y divertido conociendo mejor la vida, excentricidades, desgracias y secretos de algunas de las mujeres y hombres más admirados de la historia. ¿Quién puede resistirse a eso? Solo me queda mencionar una pequeña cuestión que me corroe... ¿Serán los escritores de hoy en día tal y como parecen? ¿O, por el contrario, esconden vidas mucho más sórdidas? No quiero ni imaginarme lo que estarán haciendo en estos momentos... ¿Quién sabe? Quizá dentro de un siglo salgan a la luz un sinfín de sus grotescas intimidades, aunque yo por el momento estoy servida con éstos.