La validación puede ser definida como una práctica de aceptación profunda de las emociones de otro ser humano, sin juzgar, aconsejar, ni intentar cambiar nada de un momento determinado. Validar implica afirmar la importancia de lo que siente otra persona, tomándolo como algo legítimo.
Esta práctica puede ser utilizada como herramienta terapéutica, como se da por ejemplo en Terapia Dialéctico Conductual (DBT). Pero también es una postura que puede adoptar cualquier persona frente al padecimiento de otro ser humano, sin necesidad de ser terapeuta. Para quienes estén interesados en leer una mejor y más completa explicación del concepto, este artículo previamente publicado les va a ser de gran utilidad.
El presente video, mediante una breve animación, muestra la forma tanto de validar las emociones de una persona, como de invalidarlas.