Viendo tiendas…

Hoy me paso algo rarísimo.

Estamos en una época en que ya estamos pensando en comprar nuestra ropa para las navidades. Así que llevo como 1 semana y media viendo ropa en las tiendas, viendo zapatos, ropa para na criaturita, algún que otro regalo para mi mamá y mi abuela…

Pero la moda en Venezuela esta un poco tétrica: licras con estampados de colores/flores/etc que parece que solo puedes ponertelas echandote aceite en el cuerpo. Las camisas son 1) de encaje transparentes o 2) simplemente transparentes.

Otra moda que es muy popular aquí: los shorts. Preferiblemente de encaje, de licra multicolor y a ser posible lo mas apretados. Si te queda semi apretado: no esta a la moda.

Los maxi vestidos también están de moda aquí. Largos y de licra apretados. También los que son de mas vaporosos, de telas bastante ligeras. Los vestidos cortos y apretados también están de moda.

Pero el domingo, estaba yo caminando en el centro comercial, veo a los maniquíes de una tienda con una ropa que yo usaría, una ropa bonita, elegante, seria, normal. Y decido entrar a ver precios y demás.

Descubro que la tienda tiene precios “accesibles” (aquí en Venezuela nada es accesible) pero que todas las tallas son XXL o 3XL.

Le pregunto a la vendedora si no hay nada L. Me dice que no porque esa tienda es para señoras de tercera edad y chicas gorditas.

Total que salí con la promesa en mi mente de volver y comprar algo y luego buscar una costurera, que ajuste la ropa a mi medida. Porque uno soy gordita, pero no tanto como para usar XXL. Y dos, la ropa de allí me parece perfecta. Ideal.

Lo raro de entrar allí es que yo no sabia que era una tienda para gente gordita o personas mayores, y que la ropa sea tan bonita y tan ideal. O sea es que yo voy a tiendas normales, de consumo masivo, y no consigo nada que me guste a menos que sean cosas súper básicas. Y sin embargo, las cosas básicas ya están difíciles de ver.

Encontrar un pantalón negro, de corte recto, sin adornos y de algodón, es súper difícil. Complicadisimo.

En fin, seguiré mi peregrinación. Pero a esa tienda voy a comprar porque si.