Jean-François Martel (Ottawa, Canadá) es un escritor y galardonado cineasta que trabaja en la industria canadiense de cine y televisión. Además de haber realizado varios cortometrajes, ha investigado, escrito y/o dirigido una serie de programas documentales sobre temas relacionados con la cultura y las artes para los principales radiodifusores francófonos. Ahora podemos leer traducido al español su reciente libro "Vindicación del arte en la era del artificio". Un libro que promete y habrá que leer según los comentarios de su contraportada:
"He aquí un lúcido y oportuno recordatorio sobre aquellas cosas que tan a menudo parecen haber sido olvidadas en las consideraciones artísticas, como la importancia de la belleza, el misterio o la profundidad. Tras décadas de hipocresía y pretenciosidad -al margen de la trivialidad- que ha rodeado al mundo del arte, la lectura de este libro resulta un grave y a la vez refrescante despertar."
"La completa colonización de la mente humana es la última frontera del dominio capitalista. Como Martel bien sabe, esta clase de dominación conduce a una aceleración cada vez mayor y a un reduccionismo de la imaginación mediante lo predecible y controlable. Lejos de ser una mera mercantilización de la estética, es una ingeniería para eliminar lo inefable y único de la existencia humana."
Patrick Harpur, autor de El fuego secreto de los filósofos
Joshua Ramey, autor de The Hermetic Deleuze
"Vindicación del arte en la era del artificio es un brillante y meditado alegato contra el estado actual del arte, sometido a las tramposas leyes del mercado, la cada vez más absorbente cultura del espectáculo, y la perniciosa influencia del progreso tecnológico, donde ya no es la tecnología la que se adapta a nuestros deseos y necesidades sino nuestros deseos y necesidades los que se adaptan a la tecnología. Debido a todo ello, este joven escritor y premiado director de cine canadiense reclama buscar salidas a la honda decepción que produce este panorama decadente, que equipara con el estado de la biosfera, como algo que también está en peligro de extinción. Tomando ejemplos, que van de las pinturas de las cuevas del Paleolítico a la música pop, J. F. Martel va construyendo las bases de su pensamiento crítico a través de oportunas referencias a las reflexiones de Joyce, Wilde, Deleuze y Jung, entre otros, para hacernos recordar de nuevo que el arte y la emoción estética son un fenómeno humano innato que no sólo precede a la formación de las culturas y sociedades humanas sino que expresa una realidad mucho más profunda y compleja que la que cualquier artificio ideológico o de consumo pueda transmitirnos. Aunque los medios que utilizan sean equiparables, el arte y el artificio difieren en sus objetivos. Más allá del mero deseo o repulsión al objeto, o a lo que representa, toda experiencia artística, capaz de conmovernos, sobrepasa con creces la obviedad de cualquier discurso o cualquier guiño del mercado. El arte no es un panfleto ni un objeto de consumo. Cuando lo dejamos actuar en libertad, es capaz de iluminar nuestro campo de visión y sumergirnos tanto en nuestro propio misterio como en los misterios del mundo que nos rodea.
David Staines, profesor de la Universidad de Ottawa