El vino Quebrada de Ihuanco fue el protagonista de una tarde barranquina en el local de Síbaris Resto-Bar. Allí se dieron cita sommeliers y periodistas para catar el único vino de uva quebranta en el mundo. Y peruano, por supuesto, porque esta cepa solo crece en estas tierras.
En la mesa estaban dos presentaciones: el de uvas de portainjerto y el de uvas de pie franco. José Moquillaza, creador del Quebrada de Ihuanco, y Camilo Quintana, dueño del fundo que da nombre al vino, explicaron la originalidad de su propuesta: un vino de quebranta rescatado desde hace cuatro siglos y el primer vino peruano en ingresar al menú de degustación de los restaurantes top.Se trata de un clarete (ni tinto ni rosé) que rescata mucho de su terruño, ubicado en el distrito San Juan de Ihuanco, en Cañete: una hectárea de parras viejas extendidas sobre una ladera y otras dos en el llano. “El suelo es pedregoso y bastante mineralizado, con presencia de granito y cuarzo. Y como en la vinificación no hay intervenciones de madera y química, la uva tiene no solo los sabores frutales, sino la expresión de su suelo”, contó Moquillaza, antes del descorche por la Semana del Vino Peruano.Revista América Latina
Quebrada de Ihuanco en Cañete, el primer paso para que Perú tenga su vino de bandera