Revista Cocina
Pues sí, nos gustan los tintos gallegos, aunque yo creo que lo mejor sería decir, que nos gustan todos los vinos que estén bien hechos, sean de donde sean, aunque claro está preferimos lo español, sin desmerecer a los grandes vinos que se hacen fuera de nuestras fronteras. Bien sabéis los que nos conocéis nuestra pasión por los blanco de Marcial, en Quinta do Feital. Lo que si tenemos claro es que probamos todo lo que cae en nuestras manos, y que lo que defendemos ante todo son los que se hacen en nuestro país. Somos claros defensores que con el consumo local nos iría a todos y a todas mucho mejor, pero bueno que una vez más se me va la pinza...
Brancellao, uva autóctona de Galicia madura muy bien, su mosto tiene mucho azúcar y buena acidez.
Algueria Brancellao proviene de cepas viejas y escasas, son pisadas y criadas en barricas de roble francés y luego tiene una crianza de unos 12 meses. Es una pasada como Fernando y su mujer Ana han luchado por hacerse un hueco, no ya sólo en Ribeira Sacra que es donde se elaboran los vinos de la Bodega Algueira, sino que a nivel internacional, ya nadie duda de que son unos grandísimos elaboradores de vinos de Terroir, de vinos con pasión. De marcado origen, donde la tierra y el sudor de esa gente, hace que su trabajo nos llega a nosotros para que disfrutemos con cada botella que abrimos.
Color cereza, nariz sutil, elegante, compleja, hierbas aromáticas, frutas, mineralidad de la pizarra, algo de yodo, en boca su paso es amable, sin aristas, en perfecta armonía, le mueves por la boca y es un auténtico placer. Y eso que es un bebé, le queda mucho por delante a este vino, en un par de años estará aún mejor, de hecho dos horas después de abierto estaba flipante. Hemos tenido una gran suerte de probar este vino en su niñez, y lo volveremos a probar a edad adulta, como es natural habrá cambiado, pero seguro que seguirá dejándonos un gran recuerdo.
Algueria Brancellao 2013: Un gran vino, muy bien estructurado, con tiempo por delante. Es muy difícil elaborar así de bien en la Ribeira Sacra con una uva tan complicada y una agricultura tan al límite. Gracias Fernando y Ana por traernos un trocito de Galicia a nuestra casa cada vez que abrimos una botella vuestra.